Una permanencia con obligaciones

Y es que el baloncesto pone a cada uno en su lugar y el Promete ha concluido la temporada antepenúltimo en la clasificación de Liga Femenina. Sólo un paso por encima del descenso, en el que han caído un poco competitivo Iraurgi Rioja Añares y un histórico como el Spar Gran Canaria.

Ocho triunfos, cinco de ellos cosechados en Lobete, y dieciocho derrotas han sido el balance del curso. Curiosamente, para la octava jornada del año, las de Andreu Bou ya habían ganado cuatro partidos, tres de ellos consecutivos. A partir de ahí, cada victoria ha resultado trabajadísima.

Desde la entidad, el presidente, Luis Cacho, asegura que «la valoración es positiva». «A todos nos gusta ganar más y estar más arriba, pero hay que ser realista y hemos mejorado resultados que nos garantizan un tercer curso en Liga Femenina por méritos propios», explica.

La temporada comenzó tarde, a la espera de si algún equipo renunciaba a Liga Femenina y eso obligó a no poder realizar ofertas de renovación a jugadoras como Adrijana Knezevic, que prefirieron la seguridad de otro destino en Liga Femenina que esperar al incierto resultado de las negociaciones en los despachos. Fue el 9 de julio cuando el mercado empezó a moverse para las riojanas.

Muchas caras nuevas

Así, el club tuvo que contar con muchas caras nuevas. Las nacionales Marta Tudanca, Juana Molina y Amaya Gastaminza se sumaron a las extranjeras Azania Stewart, Ana Marija Begic, Oumoul Thiam y Jazz Covinton, además de la postrera llegada de Milica Deura. Era el primer proyecto diseñado íntegramente por Andreu Bou y sólo quedaron en plantilla Naiara Galilea, Paula Estebas, Elena Salcedo y Leslie Knight, tres canteranas y un sólido valor en la pintura.

Para Cacho, la confección de un equipo «muy joven y muy nacional ha pasado factura». «Contamos con tres jugadoras riojanas, dos debutantes... Hemos corrido riesgos en la configuración de la plantilla por nuestros valores», explica. «Además de mantenernos, queremos ser un club que trabaje en enraizarse con la cantera o con jugadoras jóvenes nacionales y ese papel lo hemos cumplido con nota», añade el presidente.

Pese a todo, los altibajos han sido excesivos. La lesión de Naiara Galilea, que parecía dispuesta a empezar el curso tras su intervención en la rodilla, y la llegada en la sexta jornada de Oumoul Thiam por su participación en el Afrobasket dejaron a las riojanas sin dos efectivos. Además, el rendimiento de los fichajes, salvo las excepciones de Covington y Stewart, ésta en el tramo final, no ha sido determinante. La salida de Salva Díez de la dirección general también provocó dudas en el entorno.

Entrenador y plantilla

Pero todo es ya parte del pasado. Ahora, el objetivo es mirar hacia adelante, hacia el curso 2016/2017. Y el primer paso será el de elegir entrenador. El Promete y Andreu Bou se han emplazado para dentro de unos días y hablar del futuro. Según Cacho, «ambas partes deben hacer balance» pero «el entendimiento es bueno y lo más probable es que Bou continúe».

Cuando la decisión se materialice, llegará la hora de formar la plantilla. El tiempo es clave en un mercado corto, pero también el proyecto. Y en eso, el Campus Promete no piensa cambiar de rumbo. «Nuestra filosofía del primer equipo es continuista, desarrollando jugadoras con talento y con una clara vinculación con la cantera», explica Cacho. «Y sin olvidar de valorar los rendimientos», concluye el presidente.