Un partido en un cuarto

El Campus Promete ha cosechado esta tarde una de las derrotas más dolorosas de la temporada. Puede ser por el marcador final o porque a Lobete acudió toda la cantera para firmar la mejor entrada de la temporada. O puede ser porque las de Andreu Bou apenas han competido cinco minutos durante todo el partido. Hasta el 4-8. A partir de ahí, todo fue un recitarl del Spar Citylift Girona, implacables en ataque, dominando el rebote y castigando la falta de ideas y las imprecisiones de las riojanas.

En unos minutos para olvidar, las catalanas han pasado a mandar por 6-25. Restaban 33 minutos de encuentro, pero el choque ya estaba finiquitado. Las de Gerona han marcado el ritmo durante todos los tramos del partido, sintiéndose cómodas con una ventaja que rondaba siempre los 20 puntos. Al cierre del primer parcial han llegado con 10-35 y al descanso, con 30-49. En medio, dominio total e incapacidad por parte de las locales.

Sólo en una ocasión, tras un parcial de 10-2, las locales han logrado colocarse a 15 puntos (47-62, m. 27). Ha durado muy poco la ilusión mínima de meter algo de presión. El Girona ha sacado el arsenal, con Givens y Coulibaly en plan estelar y todo volvió a su sino (49-72, m. 30).

Quedaba el último cuarto y la única buena noticia del partido ha sido la reaparición de Naiara Galilea, que ha dispuesto de los últimos minutos para demostrar que su calvario a causa de la rodilla ya es cosa del pasado. Se ha llevado la gran ovación de la noche, que se ha repetido cuando ha anotado un triple, y ahí ha quedado todo. El partido, a pesar de las ganas del Promete por intentar maquillar el resultado, se ha ido apagando con el mismo discurrir desigual de toda la jornada. Al final, un 69-92 contundente y triste.