El baloncesto blanco nunca olvidará el 2015

El equipo inició la temporada pasada con infinitas dudas y se empezaba a poner en el aire el futuro de Pablo Laso y a sonar sustitutos -Sasha Djorjevic o Fotis Katsikaris-. El conjunto blanco venía de hacer un juego excelso el curso anterior pero acabó fundido -solo levantó la Copa del Rey- y comenzó la siguiente campaña con la misma sensación. Pero con la llegada del nuevo año, el equipo se armó y recuperó la confianza. La primera prueba fue al Copa del Rey en Gran Canaria, donde los blancos volvieron a superar al Barcelona en la final y jugadores hasta el momento desaparecidos, como los recién llegados Andrés Nocioni o Gustavo Ayón, demostraron su carácter en el momento decisivo. En Europa, los de Laso dominaron desde el principio y accedieron a su Final Four (se disputó en Madrid). A diferencia de la campaña anterior, el equipo llegó en su mejor momento físico y de juego a los momentos clave. En la Final Four esperaba primero el Fenerbahce que poco pudo hacer ante el empuje del mejor Real Madrid en mucho tiempo que en la final destrozó al Olympiakos por 78 a 59. Un veterano como el 'Chapu' Nocioni se coronó MVP de la Final Four y los blancos ya tenían La Novena.

Pero aún quedaba el reto de la ACB y el equipo de Laso mantuvo su brillante momento de forma en los playoffs por el título en los que únicamente sufrió en la semifinal ante el Valencia Basket. El 3-0 en la serie final ante el Barcelona fue tan contundente como el marcador del segundo partido disputado en el Palacio de los Deportes (100-80). El triplete ya era una realidad y otro gran veterano se coronó MVP de la ACB (Felipe Reyes) mientras que Sergio Llull lo fue en la final. Finalizaba un año perfecto para un equipo que se había convertido en un bloque perfecto, con una combinación entre jóvenes y veteranos, liderado por cuatro españoles (Rudy Fernández, Sergio Rodríguez, Llull y Reyes) y en el que los nuevos fichajes resultaron determinantes (Jonas Maciulis, K.C. Rivers, Gustavo Ayón y Nocioni).

El verano fue corto para muchos jugadores blancos que tenían compromiso con sus selecciones. A los españoles campeones de Europa en Francia se les unió otro medallista: el canterano Willy Hernangómez regresó al club tras su cesión en Sevilla. Pese a los éxitos conseguidos, el movimiento en los despachos fue intenso: llegaron Trey Thompkins y Jeffery Taylor y se marcharon Ioannis Bourousis, Salah Mejri, Marcus Slaughter y Rivers. Éste último se vio obligado a dejar el club con la renovación ya pactada por un problema con su pasaporte y del club al no renovarle antes (los errores de planificación también se trasladaron a la sección de baloncesto blanca). El primer torneo oficial fue la Copa Intercontinental que se disputó a doble partido en Brasil. Los de Laso levantaron lejos de casa el quinto título de la 2014/15 que cerraba definitivamente el círculo y se presentaban ante la nueva temporada como el rival a batir.

Fue el Unicaja de Málaga quien les dejó sin su primer título desde la ACB de 2014 tras eliminar a los blancos en las semifinales de la Supercopa disputada en tierras malagueñas. El equipo de Laso arrancó con muchas dudas tanto en la liga como en la Euroliga, además de muchos problemas físicos. Estuvieron a punto de pagarlo en la máxima competición continental, ya que en el mes de noviembre llevaban dos victorias y cinco derrotas. Pero el equipo volvió a resurgir y a recuperar su mejor nivel -sobre todo en defensa- y seguirá defendiendo su corona europea. Tras un mal arranque, todo menos la lesión de Rudy (baja hasta febrero por sus problemas de espalda) y el regreso se K.C. Rivers (repescado del Bayern para suplir la baja del mallorquín) parecen buenas noticias para el recién renovado hasta 2018 Pablo Laso: los nuevos comienzan a adaptarse, ha irrumpido en la rotación la joven promesa Luka Doncic y los líderes (Felipe, el 'Chacho', Llull, Ayón o Carroll) lo son más que nunca.