España cumple antes de la 'final' ante Alemania

Muy tocada por la segunda derrota sufrida el día anterior frente a Italia, la selección española tuvo ante la cenicienta del grupo rachas de mal y buen baloncesto que le llevaron a encajar un parcial de 11-0 durante el segundo cuarto, con una defensa individual pésima ante el tiro exterior islandés, y posteriormente, cuando por fin se puso seria, a endosar al rival un 4-23 entre el final de ese período y el regreso de los vestuarios. Tardó en encontrarse, pero cuando lo hizo fue para ajusticiar y permitir que sus mejores hombres descansasen, porque Alemania, que también se juega todo a un sola carta, sí será un rival muchísimo más exigente y España deberá dar, en una auténtica final, lo mejor de sí misma.

La mejor noticia fue que España cumplió y recuperó defensa y acierto en el tiro exterior tras un muy decepcionante inicio del segundo parcial. De un preocupante 34-30, agarrada sólo al juego interior de Pau Gasol y Nikola Mirotic, España pasó entre el final del segundo y el tercer cuarto a un tranquilizador 38-53, dejando entonces ya sentenciada a una Islandia que, empequeñecida frente a la altura de los españoles, se hartó a lanzar, y a fallar, desde lejos. Fue su única arma ante un equipo español que aún tiene que mejorar mucho para confiar en llegar lejos en este Eurobasket que se le ha complicado de mala manera y le empuja a ganar a la selección anfitriona liderada por Nowitzki para no firmar un fracaso. La española continúa encabezada por su poderío interior con Pau Gasol, pero al menos ante Islandia se dio un paso al frente en defensa, los exteriores acompañaron cuando más se necesitaba y así se pudo dar paso a la segunda unidad, dando respiro a los hombres clave, algo tan necesario en una competición tan complicada como esta y con tantísimo en juego como es un un billete a los Juegos o al menos garantizarse la opción de un preolímpico.

De nuevo Gasol, y también Mirotic, inmenso en un primer cuarto en el que anotó 14 de los 20 puntos de España, casi los mismos entonces que toda la selección islandesa, fueron los jugadores que llevaron en volandas a España en un período inicial que pintaba muy bien cuando puso el marcador en 8-17. Sin embargo, dado que los triples no funcionaban, como viene siendo habitual (1 de 4 en el cuarto inicial frente a 2 de 10 de Islandia), no había razones para tener muchas esperanzas. Se echaban muy en falta el lanzamiento exterior del tocado Rudy, de Llull y de Sergio Rodríguez, y el partido se complicó mediado el segundo período, cuando España se echó a dormir en defensa y vio que Islandia se iba sorprendentemente. Sólo a base de triples y con España una vez más negada ofensivamente.

Llegó la remontada islandesa (34-30) y no vino mal, porque encendió entonces las alarmas del equipo español. Entonces sí apareció el atrevimiento y llegaron tres triples consecutivos de España, uno del Chacho y dos más de Pau Ribas, que aparte de defensa aporta otras variantes de ataque a esa selección de Scariolo que depende en exceso de Gasol y juega a tirones, lo que es muy peligroso cuando el rival impone su poderío físico y su talento. Afortunadamente no era el caso de Islandia, rendida a la altura de los interiores españoles y, aunque tardó demasiado tiempo, también a la mayor calidad y el banquillo superior del equipo dirigido por Scariolo.

Cuando España se pone firme en defensa y puede rebotear y correr es otra muy diferente, y así ocurrió en una fase decisiva sin que Islandia pudiese evitarlo. La reacción española fue tan demoledora que del 34-30 se pasó a un 38-53 que permitió por fin a Scariolo dar descanso a los mejores y dar la posibilidad a los secundarios de coger confianza y continuar integrándose en esta selección que dan razones tanto a pesimistas como a optimistas, aunque tras perder frente a Serbia e Italia ahora hay más de los primeros que de los segundos. Frente a un equipo tan inferior como es Islandia no se pueden sacar demasiadas conclusiones. Pero al menos se volvió a ganar en autoestima y a recuperar gran parte de las sensaciones. El momento de la verdadera reivindicación y de reaccionar con carácter y talento, aunque como reconocen Pau Gasol y Sergio Rodríguez este equipo ha quedado mermado con tantísima ausencia, llega ante los alemanes. Esa sí que es una verdadera prueba de fuego, para demostrar que España sí que es un gran equipo y se puede confiar.