Pendientes de Borja Arévalo.

El objetivo de Sala es que sus pupilos «disfruten». «En un deporte colectivo todos trabajamos durante mucho tiempo para jugar finales y este partido lo es. Los jugadores deben ser capaces de disfrutar de ese momento porque todos tienen experiencia en este tipo de choques», añade.

La semana es larga para limpiar la cabeza, pero también para recuperar el cuerpo. El que no tiene ninguna opción de volver es José Manuel Coego. El pívot evoluciona satisfactoriamente, pero todavía debe trabajar un par de semanas más para poder estar disponible. Sobre el que sí hay puestas lejanas esperanzas es sobre Borja Arévalo.

Tras sufrir un esguince antes del último encuentro de liga, el base riojano abandonó ayer las muletas y pudo realizar unos ejercicios de piscina y bicicleta estática. «La evolución es buena, pero queda el dolor. Si conseguimos que pueda entrenar el viernes con un dolor soportable y sin riesgos de que se pueda hacer más daño, seguramente intentaremos que esté el fin de semana», explica el técnico del Cocinas.com. «Por Borja no va a ser, porque él hubiera querido jugar el viernes pasado. Pero hay que poner en la balanza la salud del jugador y también que pueda ayudar al equipo», incide.

Sala reconoce que su presencia sería muy bien recibida en el próximo encuentro ante el Burgos. «Hemos perdido, con Coego y Arévalo, a dos de los tres o cuatro jugadores más físicos que tenemos en el equipo», analiza. «Como base, Borja nos aporta ese físico que compensa el de Mikel. Y ante un conjunto tan fuerte como el Burgos, poder tener a un jugador físico como Borja, que pueda jugar incluso en el dos o en el tres, nos da muchas variantes. Además, está en un gran momento tras una buena segunda vuelta», prosigue.

Lo que tiene claro el técnico es que, con Borja o sin él, el equipo va a intentar tener un as en la manga. «Haremos cosas diferentes y deberemos contar con otras opciones por si la dinámica del partido no es la que esperamos, ser capaces de plantear diferentes escenarios», concluye.