Miriam Bravo | Atleta olímpica en Sydney

«Yolanda tenía un carácter competitivo que nos transmitía en los entrenamientos»

– ¿Cómo recuerda a Yolanda Oroz?

– Era una mujer que tenía un carácter muy competitivo. Eso nos lo transmitía en los entrenamientos e incluso, a veces, parecía que tenía un carácter fuerte y que de cara a la gente que no la conocía era una persona inaccesible, pero luego veías que no era así. Se preocupaba mucho por nosotros.

– Durante un tiempo junto a su entonces marido, Javier Movellán, dirigió a un prometedor grupo de jóvenes atletas entre los que estaba usted. ¿Cómo se organizaban?

– Sí, éramos unos cuantos. Javier dirigía más a los de pruebas más largas y ella estaba más con las chicas que corríamos las carreras más cortas y los saltos.

– ¿Cómo era con ustedes?

– Ella era amable con nosotros. A las chicas nos regalaba las bragas de competición del uniforme de la selección española. Luego recuerdo también que cuando yo me marché de ese grupo para irme a la Residencia Blume de Madrid, cuando volvía a Logroño y acudía a ver a mis antiguos compañeros de entrenamiento ella me recibía muy cariñosa, aunque es cierto que con el tiempo fui perdiendo la relación con ella y con Javier.