Arazuri y Unzu ganan en el décimo aniversario

El maratón de Logroño celebró este domingo su décimo aniversario, y lo hizo con una prueba de récord en la que se superaron los 500 atletas en la prueba reina de la jornada (que también albergó una media maratón y una carrera de 10K) y además, en medio de un excelente ambiente y buena organización.

Las condiciones en el momento del pistoletazo de salida eran óptimas, y así se mantuvieron durante toda la jornada. Temperatura agradable para correr (comenzaron con 15 grados y los más rezagados acabaron con 20) y no sopló ni una pizca de aire que pudiera restarles fuerza. Los atletas lo agradecieron porque prácticamente todos reconocieron que después de recorrer la ciudad casi en su totalidad, algunos kilómetros se hacen más duros porque 'pican' en mayor o menor medida hacia arriba.

La primera incógnita se desveló en la línea de salida. Miguel Ferrer optó por correr la maratón. Dejó a un lado sus problemas en el isquio y decidió correr con Estefanía Unzu –Verdeliss–, influencer y campeona de España de 100 kilómetros. Al terminar la prueba ambos comentaron lo que habían disfrutado corriendo juntos. Unzu fue, incluso, más allá: «Como los dos estamos mal de la cabeza, nos entendemos con la mirada».

Pero antes de ese momento de cruzar la meta, hombres y mujeres tuvieron que sufrir los 42.195 metros.

Aritz Arazuri, el hombre que como ganador del año pasado salía con el dorsal 1, reconoció que él –este año– sufrió mucho menos que el año pasado, porque fue más arropado en un grupo de atletas que tenían más o menos las mismas aspiraciones. «El año pasado hubo un corredor que salió a reventar la carrera, y aunque luego lo pagó, nos destrozó».

Este año el fondista vasco –que prometió volver otra vez el año próximo en busca de una nueva victoria– consiguió un triunfo menos sufrido, pese a reconocer las dificultades en las que le había puesto el segundo clasificado, Iñaki Fernández de Bastida.

Menos aún debió sufrir, Estefanía Unzu porque cruzó la meta con una sonrisa radiante. La influencer navarra (que debutaba en la carrera riojana) corrió, en todo momento, bien protegida en un grupito de hombres con Miguel Ferrer como Cicerone. Al primer paso por meta, en la media maratón (que cubrió en 1h16), sacó su teléfono móvil y aún tuvo fuerzas –y habilidad– para grabarse mientras era aplaudida por el público de meta.

Después ese grupo, con el paso de los kilómetros se fue disolviendo, pero Miguel Ferrer se mantuvo a su lado. El fondista riojano estaba contento al terminar la prueba porque aunque desde el kilómetro 5 había escuchado el toque de atención que le dio su, aún, maltrecho isquio, sintió que la recuperación está ya prácticamente hecha. El atleta reconoció que tuvo dudas para salir en la media o en la maratón, «pero no podía dejar pasar la oportunidad de correr con 'Verdeliss'. Al final, él con sus más de 45 años y Estefanía Unzu, con 38 (y ocho hijos) completaron el recorrido del maratón con una sonrisa, aunque los primeros riojanos en cruzar la línea de meta fueron Diego Ruiz (tercero) y Carlos Velilla (quinto).

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