La tortilla como punto de unión

La Esquina es uno de esos locales icónicos de la Calle San Juan. Abierto desde el año 1933, sus tortillas han saciado el hambre de generaciones y generaciones de riojanos que convirtieron al local en un punto de encuentro. Buscando mantener la esencia de este histórico bar, Sergio Palacios revivió a La Esquina hace ya tres años devolviéndole su nombre.

«Siempre había tenido en mi cabeza la idea de algún día convertirme en el propietario de La Esquina. He nacido en la San Juan y crecido junto a este bar trabajando incluso para los anteriores dueños», explica. Después de varias experiencias dentro de la hostelería a Sergio se le brindó la oportunidad de cumplir uno de sus sueños que no era otro que darle una nueva vida a La Esquina sin olvidar sus orígenes en torno a la tortilla de patata. «La tortilla era el motor de aquel bar que pasó a convertirse en un lugar de encuentro de abuelos, padres e hijos. Hemos querido mantener esa esencia pero dándole una vuelta ya que ahora ofrecemos más pinchos como puede ser el pincho de entrecot que hacen en La Canilla», apunta Sergio.

Pero, a los pocos meses de que Sergio Palacios cogiera las riendas del local, la pandemia paralizó todo obligando a que la hostelería echase la verja durante meses. Ante esta problemática, este logroñés decidió no quedarse con los brazos cruzados dando un giro de tuerca a su negocio ofertando sus tortillas para recoger en el local y para pedidos a domicilio. «Fuimos unos de los pocos bares que pudimos mantenernos abiertos durante el confinamiento. La gente se acercaba a recoger sus tortillas y se las dábamos por una ventanita. Otros muchos nos llamaban para llevárselas a sus casas», rememora.

Así es como el negocio salió a flote durante una temporada en la que La Esquina amplió su clientela a otras zonas de Logroño y localidades colindantes. «A raíz de la pandemia nos abrimos a otros muchos barrios como La Estrella o Yagüe llegando incluso a repartir en Villamediana o Entrena», relata el dueño.

Con el desconfinamiento la gente volvió a echarse a la calle llenando día sí y día también un local que da servicio tanto dentro como fuera gracias a las mesas dispuestas junto a la fachada del establecimiento situado en el epicentro de Logroño.

Su carta también ha tenido adaptarse a los tiempos que corren ofertando opciones para celíacos y vegetarianos. «He querido mantener la esencia de La Esquina de antaño sabiendo que teníamos que actualizarnos para poder dar servicio a todos los sectores y a todos los paladares», finaliza el propietario.