El restaurante | Beethoven

La sinfonía de una cocina de tradición

No es casualidad que el nombre del restaurante sea el mismo que el del músico alemán. Todo se debe al apodo de su fundador. Luis Aguirre, además de ser un gran amante de la cocina, también era un apasionado de la música. Tocaba el clarinete en la banda municipal de Haro y, casualmente, cumplía años el mismo día y el mismo mes que el famoso compositor. De ahí, que sus compañeros de banda le pusieran el «acertadísimo mote de Beethoven», explica su nieto y uno de los propietarios del restaurante jarrero, Carlos Aguirre Fresno.

Luis se quedó ciego debido a una enfermedad siendo su mujer y su hijo quienes lograron sacar a flote al negocio familiar. Y es que, ese pequeño restaurante que abrió sus puertas en el año 1941, se ha convertido en la actualidad en una enorme cadena que aglutina un bar, tres restaurantes (Beethoven I, Beethoven II y Beethoven III) y diez apartamentos turísticos al mando de la tercera generación de propietarios. Ahora, Eva, Raquel y Carlos se dejan la piel a diario para mantener viva la esencia de la cocina de sus antepasados gracias a una carta tradicional asentada en productos locales y de temporada.

El Beethoven I se ha convertido en una parada obligatoria de locales y foráneos que se acercan a la capital del vino a disfrutar de la gastronomía de La Herradura. Es más, su dueño considera que su local, es el «'meeting point' de Haro» gracias a su amplia barra de pinchos y a sus grandes salones privados. En el restaurante del Beethoven I, el comensal podrá degustar una amplia carta de productos y recetas ancladas al territorio riojano. «Nosotros defendemos la tradición de comerte una buena menestra o unas buenas patatas a la riojana, tal y como lo hacía mi abuela en el 41», asegura el dueño.

Entre sus platos estrella están los caracoles. Con ajo, chorizo, tomate y algún ingrediente secreto más, la cocina del restaurante jarrero no da abasto para servir tantas raciones diarias. «Ya no hay caracoles en el mundo para poder abarcar todos los que cocinamos en el Beethoven», comenta entre risas Carlos.

Además de esta icónica comida riojana, el Beethoven también está especializado en las manitas de cordero, el rabo de buey, el tronco de bacalao con verduritas, el chuletón o el solicitadísimo corderito de leche asado. En cuanto al vino, el restaurante jarrero trabaja con cerca de noventa referencias de caldos de La Rioja Alta, La Rioja Baja, Rioja Alavesa y, en menor medida, de Ribera del Duero.

La cocina del Beethoven I es una cocina de producto que se ajusta a la temporada. Muestra de ello son las jornadas mico-gastronómicas que realiza anualmente el restaurante jarrero a finales del mes de octubre. Carlos heredó el culto a las setas de su padre y él mantiene viva su tradición con unos menús especiales en los que el hongo es el rey. «Es mi época favorita del año», asegura el propietario.

Esta gran oferta del Beethoven I se complementa con la de sus hermanos pequeños. Frente al histórico local, el Beethoven II tiene una carta más completa que conjuga los platos típicos riojanos con una cocina más vanguardista. Por último, durante la temporada de mayor tránsito y demanda, el restaurante abre su asador más especial. Dentro de su calado del siglo XVI, los comensales podrán degustar un menú típico de la gastronomía de la comunidad con platos como las chuletillas de cordero al sarmiento o las patatas a la riojana.