La calle Laurel se quedó huérfana el pasado martes. Después del servicio, La Senda cerró sus puertas y no las volverá a abrir. Al menos, con las mismas manos que elaboraban los sesos, lecherillas, la menestra... La jubilación de algunos de los que han formado la plantilla en sus cuatro décadas de vida ha llevado a su responsable, Olga Martínez, a cerrar definitivamente el local que abrió su familia el 23 de octubre de 1985.
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En el último año y medio se han jubilado varios de los miembros de la plantilla y de esa familia que tenía su origen en Villarroya pero que se vieron obligados a emigrar, cuando cerraron las minas, en busca de un mejor porvenir en la ciudad.
El padre de Olga y los seis hermanos de éste se desplazaron a Logroño y entre todos los hermanos se hicieron cargo del restaurante El Chato. Después cada hermano fue 'independizándose' y cogiendo un restaurante, entre ellos El Peso, en la calle del mismo nombre «aunque ahora La Senda era el único que nos quedaba abierto a la familia», recuerda Olga.
Abrieron en el 85 y prácticamente con la misma plantilla han llegado hasta ahora «por eso, todos son ya mayores», señala, «y si tuviera gente de confianza seguiría algo más, pero no la tengo y prefiero que la gente se quede con un buen recuerdo», comenta sin ocultar que le da mucha pena cerrar el restaurante. «Tiene algunos 'novios' pero hay que concretar. A mí me gustaría que siguiera con la idea que hemos marcado nosotros, y por eso yo me he ofrecido a enseñar al que lo coja, pero...», explica Olga.
No son muchos los locales en la calle Laurel en los que se puede 'comer' sentado (casi todos son bares de pinchos) y menos aún los que tienen una cocina de carbón como las de antes, ideal para hacer la cocina tradicional. Esas dos circunstancias han hecho que La Senda fuera todo un referente. «Hemos tenido -recuerda Olga- muchos clientes que venían a comer a diario, o familias que venían a nuestra casa para sus celebraciones, por lo que hemos acabado dando de comer hasta a cuatro generaciones, pero también hemos sido un restaurante que ha acogido a muchos famosos. Si hubiéramos tenido teléfonos móviles como ahora para hacernos fotos...».
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Pero ahora le ha llegado el momento de cerrar definitivamente la puerta, a la espera de que alguien se atreva a tomar el timón de La Senda.
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