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En España, el helado es un producto estacional. Su consumo está vinculado, casi exclusivamente, al buen tiempo y las altas temperaturas. Sin embargo, la heladería ... Della Sera está cambiando esos usos y costumbres de los logroñeses.
En los próximos días no será extraño ver a ciudadanos de todas las edades hacer fila ante el establecimiento de la calle Portales para adquirir alguno de los doce sabores (o los tres aliños helados) que los días 22, 23 y 24, o el 29, 30 y 31, Della Sera pondrá a la venta.
Dulces
'Villancico helado': La canción navideña 'Campana sobre campana' dice en su letra 'Voy a llevar al Portal, requesón, manteca vino' y en Della Sera lo traduce a un helado de requesón fresco de leche de vaca, manteca ibérica y un vino dulce riojano.
'Crema de Belén': Es una conjunción de sabores propios de la zona de Palestina (donde se ubica la ciudad de Belén) como la leche de cabra, dátiles, kumquat –un cítrico oriental cuyo sabor es una 'mezcla' de lima y mandarina–.
'Turrón de Jijona': Una versión helada del clásico dulce navideño elaborado principalmente con almendra.
'Turrón tostado': Almendra ligeramente tostada, jengibre y piedras de cítricos.
'Bombón de Navidad': Chocolate, especias ( como clavo, comino y canela) y cáscara de naranja seca.
'Yema tostada': Elaboradas con almendras y yema de huevo caramelizada.
Sabores de todo el año
Limón: Especialmente utilizado para los sorbetes elaborados con cava
Piña asada
Mojito
Mandarina Shikwasa
Vainilla mexicana
Aliños helados
Salsa cóctel: Aceite de oliva virgen extra, salsa de tomate, especias y brandy de Jerez
Sorbete cata de Tokai: Orejones, miel de brezo, flor de almendro, cáscara de limón asado.
Fuera de carta: Leche de oveja con trufa negra. Este aliño helado sólo se pone a la venta cuando está disponible la trufa negra.
La heladería logroñesa abrirá sus puertas tres días antes de Navidad y otros tantos en la previa a Nochevieja y ofrecerá algunas de las particulares y personales creaciones que Fernando Sáenz Duarte y Angelines González elaboran exclusivamente para estas fechas.
Son sabores surgidos, según explica Fernando Sáenz, «de la experimentación y también de una visión desinhibida de los helados» e. incluso, afirma quizá un poco infantil: «En algunos casos, como sucede con el villancico helado, incluso hemos jugado con las palabras de la canción».
Lo que tiene claro 'el chef del frío' es que sus helados navideños siguen la misma filosofía y la misma línea que sus elaboraciones 'veraniegas': «Buscamos elaboraciones y combinaciones de sabores que tengan un discurso», señala Sáenz Duarte.
Con discurso o sin él, lo que está claro –y así lo reconoce Sáenz Duarte– es que «hemos creado tendencia». Hasta que Della Sera abrió primera vez sus puertas en Navidad para ofrecer sus elaboraciones invernales (aunque también mantiene algunos sabores clásicos, presentes a lo largo de toda la temporada), los riojanos el único helado que consumían fuera de la época veraniega era el de limón que utilizaban para la elaboración de los tradicionales sorbetes de limón.
En los seis días que Della Sera abrirá estas Navidades serán pocos los que paseen por Portales y no hagan parada en la heladería para adquirir un cucurucho o una tarrina de cualquier sabor. «Aunque también atendemos a quien lo pida, en el 95 por ciento de los casos, lo que se venden son tarrinas de un litro» que luego forman parte del postre de las celebraciones familiares de estos días.
Además, Della Sera con su apertura navideña, coloca a Logroño a la misma altura que otras localidades del norte de Europa porque, según explica Fernando Sáenz, «al contrario de lo que sucede en España, en muchos otros países cuanto más frío hace más helado se consume porque está completamente normalizado. Comerse un helado es como, para un español, tomarse un café», apunta el hombre que ha convertido la heladería en un arte con el personal toque de autor que aplica a sus elaboraciones.
El propietario de Della Sera reconoce, no obstante, que Logroño y España están todavía muy lejos de acabar con la estacionalidad del helado, y por eso, él cierra su heladería entre octubre y Semana Santa, con la única excepción de los seis días que abre en Navidad. «Yo estaría encantado de poder tener siempre abierto mi establecimiento, pero hoy por hoy, eso no es viable. Ha habido días que al acabar la temporada en octubre, cuando las temperaturas ya bajan, que hemos tenido abierto el establecimiento para vender únicamente seis helados... eso no se sostiene», lamenta, aunque también reconoce que en los últimos tiempos, «como efecto del cambio climático, las altas temperaturas se prolongan y eso nos permitir alargar un poco la campaña».
En cualquier caso, aunque Della Sera cierre sus puertas, la actividad no cesa en el Obrador Grate desde donde se sirven helados a un importante número de restaurantes de todo el país, muchos de ellos, incluidos en la Guía Michelin.
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