Restaurante con cinco estrellas

Donde antes se recibían telegramas y cartas, ahora se sirven platos como el tartar de vaca vieja o el de pescado de lonja asado con salsa chorón y carlota. Los tiempos cambian y los edificios deben adaptarse a ellos. Así, la antigua sede de Correos se ha transformado en un hotel de cinco estrellas y en su planta baja se ubica el restaurante Matasellos, con un claro guiño al pasado postal del lugar.

El Matasellos cuenta con una gran ventaja dentro de la oferta gastronómica de la ciudad: desde sus ventanas, los comensales son testigos del trajín cotidiano de la calle más logroñesa por excelencia, esencia de la gastronomía de la región.

Este restaurante abrió sus puertas a finales de 2021 y desde entonces, tanto su cocina como su carta han ido evolucionando. En la actualidad, quien está al frente de los fogones es la chilena María José Lara que combina la elaboración más tradicional de los productos riojanos con el punto 'chilli' de la cocina chilena fusionando los sabores cítricos de algunas frutas con pescados y carnes.

Laura González, es la directora del Hotel Aura al que pertenece el restaurante. «Ofrecemos una carta con muchas opciones para compartir, con alguna propuesta fuera de carta. Además, todos los platos están adaptados a intolerancias y a comensales veganos», señala, «además, hemos creado un menú del día que servimos de lunes a viernes al mediodía y que incluye un primero, un segundo y un postre por 25 euros por persona». La directora asegura que la cocina del Matasellos está basada en producto de proximidad pero con un toque innovador y desenfadado «apto para todos los públicos aunque se trate de un restaurante de un hotel de cinco estrellas». De hecho, en la carta actual existen propuestas de alimentos de temporada como «la ensalada de tomata o la ensaladilla y por supuesto, la presa con queso camerano». El restaurante cuenta, además, con una extensa carta de vinos. Cada mes se promociona un vino diferente de una bodega local y es el que se ofrece a los clientes tanto en el restaurante como en la terraza.

La sala está preparada para 40 comensales. El espacio, aunque no es muy amplio, se puede adaptar para incorporar una mesa de hasta 24 personas ya que en el restaurante se celebran muchos eventos familiares, cumpleaños y encuentros entre amigos. De hecho los fines de semana, es complicado poder hacer una reserva para comer y cenar.

Aunque son servicios completamente independientes, el hotel cuenta con una terraza en su azotea. Un lugar que el 90 por ciento de los clientes del restaurante elige para terminar la velada, bien tomando un café, un cóctel o un combinado. Para ello es necesario realizar una reserva ya que el espacio es limitado y hay plazas que están supeditadas al número de clientes que en ese momento se alojan en el hotel.

El perfil del comensal del Matasellos es variado. La mayoría es gente de Logroño que tiene curiosidad de saber cómo ha quedado el antiguo edificio y, sobre todo, cómo se come allí. Cuadrillas o familias que comienzan con el vermú en los locales de la calle Laurel y terminan almorzando en el restaurante. También llegan clientes de Bilbao y San Sebastián, «atraídos por las valoraciones positivas que otros comensales han dejado en páginas webs de gastronomía y ocio», asegura González. Y es que encontrarse en el mismo corazón de la calle Laurel es el mejor foco de atracción para quien desee disfrutar de una buena jornada gastronómica.

Un punto a favor para este restaurante que, a pesar de su juventud, ha recibido a lo más granado de la cultura y la política a nivel nacional. Actores y actrices que recalan en el hotel después de su función en el Teatro Bretón y que aprovechan la ocasión para cenar en el Matasellos. Así lo hizo, la directora de cine Isabel Coixet que se alojó durante el tiempo que duró el rodaje de su película que se estrenará en breve, además de políticos y cantantes.

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