Una propuesta muy innovadora
Tastavín ·
Sobre una base tradicional, Pedro Cárcamo elabora una oferta moderna y distintaSecciones
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Tastavín ·
Sobre una base tradicional, Pedro Cárcamo elabora una oferta moderna y distintaEl local que en 2006 abriera Pedro Cárcamo en la calle San Juan vino a actualizar algunos de los clásicos de toda la vida de la cocina en miniatura. En el Tastavín, sobre la base de la gastronomía tradicional de siempre, se elaboran ahora unos pinchos mucho más trabajados de lo que es habitual en la mayoría de las barras de bares y cafeterías. Se trata de pequeños bocados de exquisita gastronomía llevados a la barra o incluso a las mesas, de las que también dispone el local.
Partiendo de algunas elaboraciones habituales del recetario como chipirones en tempura, pimientos de cristal... e innovando en otros casos como con la panceta de bellota a baja temperatura, con salsa de ostras y encurtido de cebolla roja, pero siempre con producto de primerísima calidad y no siempre frecuente en las barras (vieiras, atún rojo, costilla de bellota, rabo de toro...), Tastavín introdujo un nuevo concepto culinario en una calle poco habituada a las grandes revoluciones gastronómicas.
Articuló su propuesta en pinchos, tostas y raciones, antes de llegar a la lista de postres. Incluso cuidó la elección de los panes –con frecuencia el gran olvidado de la barras y mesas de la comunidad autónoma– para ofrecer una elaboración redonda y plena.
Además, este bar-restaurante cuenta desde sus inicios con una amplia y bien cuidada bodega que permite disfrutar de muchas de sus referencias por copas, abriendo así un enorme abanico de posibilidades, a veces inaccesibles de otra forma. Tastavín es uno de los locales logroñeses que mejor cuida su carta de vinos.
Pero Tastavín es un local dinámico y en constante evolución. Pedro Cárcamo y Anca Teodoresku han afrontado, hace algunos meses, un nuevo giro en su propuesta. Tastavín –un local con presencia desde hace algunos años tanto en las recomendaciones de la Guía Michelin como en las de la española Guía Repsol– se reinventó tras volver de la pandemia, y aunque no ha perdido su esencia de bar, ha reforzado su carácter de restaurante para garantizar la comodidad y seguridad entre sus clientes.
Para ello, Tastavin trata de aprovechar los tres espacios disponibles en el local de San Juan 25. Así, muy próximas a la barras se sitúan unas mesas altas con taburetes; un poco más adentro, apenas cuatro mesas pueden albergar encuentros informales en torno a una mesa; y ya en la segunda planta, la propuesta se enriquece con otras mesas redondas. Pinchos, tostas y raciones pueden degustarse en cualquiera de los espacios y disfrutar de un vino que, en pocos locales de La Rioja, merece tantos cuidados como le otorgan Pedro, pero especialmente Anca, la sumiller del establecimiento.
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