Borrar
La patata ha triplicado su precio en Perú

La patata ha triplicado su precio en Perú

Alimentación. Sin papas «no hay vida» para los peruanos, ahogados por altos precios

AFP

Sábado, 29 de octubre 2022, 02:00

En el Mercado Santa Anita de Lima se viven días de angustia por el alza galopante del precio de las patatas (papas), alimento básico en la dieta de los peruanos que se está volviendo inaccesible para los más pobres.

Cada peruano come unos dos kilos de patatas a la semana en promedio, según el ministerio de Agricultura, pero sus precios se han triplicado en los últimos meses como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania.

«La venta esta pésima, la gente ya no quiere comprar. Si no hay papa no hay vida en los peruanos», dice Sonia Alanya, comerciante de Santa Anita, un concurrido mercado mayorista del este de Lima en el que ingresan a diario unas 1.500 toneladas de 20 variedades de patatas.

La dieta peruana incluye una media de dos kilos de patatas por persona cada semana

La papa amarilla, ingrediente principal de emblemáticos platos de la afamada gastronomía peruana, como la «causa limeña», así como de un simple puré, ahora vale hasta ocho soles (dos dólares) el kilo, un precio que millares de limeños no pueden pagar.

No hace mucho tiempo, costaba 2,5 soles (60 centavos de dólar) en los supermercados y mercados minoristas de esta capital de 10 millones de habitantes.

También se ha duplicado el precio de la papa blanca, que se destina a sopas y guisos: ahora vale tres soles (75 centavos de dólar), cuando antes costaba la mitad.

Una familia de cuatro miembros dedica ahora una séptima parte del salario a comprar patatas

Las variedades amarilla y blanca son las más consumidas en la capital de Perú, país que declara ser el mayor productor de patatas en América Latina y el 16º del mundo.

«Todos estamos preocupados por el alza [...]. La papa es importante, es como el aire», indica Sonia Yangale, de 39 años, otra comerciante en Santa Anita.

Una familia peruana de cuatro personas ahora debe destinar al mes unos 240 soles (60 dólares) para mantener el consumo de patatas, una séptima parte del salario promedio urbano, de 1.505 soles (376 dólares).

«El precio de la papa ha empezado a subir progresivamente desde hace cinco meses, pero ahora ha llegado al tope», dice Herlinda Chamorro, de 52 años, también comerciante de Santa Anita.

En las estadísticas oficiales, el alza de este alimento básico supera por lejos a la inflación: desde enero el precio de las papas amarillas subió el 39,9% y el de las blancas, el 24,9%, mientras que el IPC acumula una variación del 6,13%.

Perú tiene más de 3.500 tipos de patatas, «la mayor variedad del mundo», según el ministerio de Agricultura, y más de 700.000 familias viven de su cultivo.

Las patatas se cultivaban incluso antes de que floreciera el Imperio Inca en el siglo XV, y son cosechadas en 19 de las 25 regiones del país, tanto en la costa como en zonas andinas como Cusco –antigua capital inca– y Puno, en la ribera del lago Titicaca.

Y mientras los limeños están angustiados por los precios récord, las autoridades peruanas están preocupadas por la escasez de fertilizantes, que amenaza con afectar las próximas siembras.

Rusia, gran exportador de fertilizantes, ha sido acusada de poner en peligro la seguridad alimentaria con su invasión a Ucrania, que sumado a otros factores como la pandemia de covid, alteró las cadenas de distribución.

En la Asamblea General de la ONU en Nueva York, líderes mundiales pidieron esta semana redoblar esfuerzos contra la creciente inseguridad alimentaria.

Al llamado se sumó el presidente peruano, Pedro Castillo, quien pidió respetar el «derecho humano a la alimentación» facilitando las exportaciones de cereales ucranianos y de fertilizantes rusos.

En el popular Mercado San Felipe de Surquillo, en el sur de Lima, también hay inquietud.

«Para nosotros la papa es un tubérculo que no debe faltar en nuestras mesas», pero no queda más remedio que «disminuir el consumo», señala Lucía Adrianzén, un ama de casa de 69 años.

Las alzas de las patatas también afectan al negocio gastronómico en un país que tiene más de 200.000 restaurantes, con precios para todos los bolsillos. «Todo se cocina con patatas, [pero] el menú no lo podemos subir pese a su alza» pues caerían las ventas, explica Rayda Sayas, cocinera en un concurrido local del Mercado San Felipe.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja La patata ha triplicado su precio en Perú