Oviedo capital gastronómica

Desde noviembre Oviedo vuelve a tener un restaurante con estrella. La ha logrado, con apenas un año de vida, Nacho Manzano para su NM, en el espacio gastronómico Nastura del centro comercial El Vasco. Comedor minimalista para una veintena de comensales con un menú que explora nuevos caminos. Pero para mí el gran restaurante de Oviedo, injustamente tratado por Michelin, es Casa Fermín. Luis Alberto Martínez mantiene, ahora con el refuerzo de su hijo Guillermo, una gran regularidad, basada en una excelente técnica, mucha sensatez y gran producto. Con la mejor sala de la ciudad. En una línea de cocina más desenfadada, Ca Suso es otra casa a visitar. Iván Fernández Feito, con su hermano Vicente en la sala, demuestra que la cocina asturiana tiene muy buen relevo. Destacan también Mestura, en el hotel España, con la cocina de un estupendo cocinero, Javier Loya, en un comedor elegante con servicio profesional y buena bodega, y Cocina Cabal, con una oferta actual centrada en el producto en un espacio agradable. Para cocina tradicional, apunten Gloria, el comedor informal de Nacho Manzano; El Tizón y dos sidrerías: Alterna (atención a su pote) y Casa Gervasio (en un antiguo lagar).

No es Oviedo una ciudad muy aficionada a las barras, pero hay algunos sitios que merecen la visita. Como La Paloma, más de cuarenta años sirviendo un excelente vermut que maceran en viejos toneles, acompañado de gambas con gabardina. O como El Ovetense, a un paso de la Catedral, veterana sidrería con su célebre jamón asado con salsa o pollo frito al ajillo. Lo que sí abundan son las buenas pastelerías, con especialidades asturianas como las casadiellas o los carballones.

Las mejores, Camilo de Blas, Auseva y Rialto, mas los chocolates de Peñalba y Ovetus. Y como remate, una visita al Mercado de El Fontán, del que saldrán cargados de productos asturianos.