Es el plato más emblemático de Singapur. Un guiso de cangrejo con una salsa potente e intensa, a la vez dulzona y picante, y que se sirve en enormes recipientes. Lo encontrarán en casi todas las marisquerías de la ciudad, aunque no en todas está ... al mismo nivel. Les hablo del chili crab, o cangrejo al chile, una receta que creó en 1956 una mujer, Madam Cher Yam Tian, que empezó a saltear cangrejos con salsas de tomate y de chiles embotelladas en su modesto puesto del río Kalang. La preparación alcanzó rápidamente una enorme popularidad, aunque no sería hasta 1963 cuando el cocinero Hooi Kok Wah decidió hacer los cangrejos con sambal (pasta de chiles malaya) y pasta de tomate natural y añadir huevo para espesar la salsa. Esta es la versión que ha llegado a nuestros días. Sea como sea, el chili crab es un plato delicioso en el que al sabor dulce de los cangrejos (se suelen utilizar los llamados 'de barro' procedentes de Sri Lanka) salteados al wok se une, en perfecto equilibrio, una salsa sabrosa, intensa, con toques picantes, ácidos, dulces y salados. Un plato no apto para melindrosos porque el cangrejo, que se sirve troceado, hay que comerlo con las manos, guarreando. En el restaurante les darán baberos y guantes para atacarlo y mancharse lo menos posible. Para el final queda lo mejor: mojar la salsa con un mantou, un tipo de bollo al vapor.

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En Singapur tengo tres favoritos para comer chili crab (o sus versiones más modernas de cangrejo a la pimienta blanca o negra). Uno es Jumbo Seafood, con seis restaurantes en la ciudad, uno de ellos en el aeropuerto, que hace una versión algo menos picante, más occidentalizada. Si lo prefieren muy picante su sitio es Long Beach, también con cuatro locales. Mi tercer favorito, el sitio donde probé mi primer chili crab singapureño, es No Signboard, donde se pueden elegir los niveles de picante. En los tres está delicioso. No estoy seguro de quien lo elaboró por primera vez en España, pero sí es seguro que quien lo 'popularizó' fue Dabiz Muñoz, que ya en 2011 lo empezó a servir en su primer Streetxo, con cangrejo azul y añadiendo a la salsa palo cortado. Desde entonces ha hecho, también en Diverxo y en su nuevo Ravioxo, innumerables versiones de esta receta. La actual, con bogavante en una salsa de tomates picantes, oloroso y chipotle.

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