Borrar
Cercano a La Rioja por su mujer, Aitor Basabe participó en el 2003 en las Jornadas Micológicas de Ezcaray. :: j. rodríguez
La cocina llora a Aitor Basabe

La cocina llora a Aitor Basabe

Grandes restauradores lamentan la muerte del cocinero del Arbolagaña

REDACCIÓN

Viernes, 8 de enero 2016, 22:47

El nombre de Aitor Basabe, responsable de los fogones del Arbolagaña de Bilbao, no figuraba entre los más populares, pero sí entre los más aplaudidos por la profesión. «Era una persona excepcional, un amigo de una calidad humana fuera de lo normal», le recordaba otro cocinero, el televisivo David de Jorge. «Todo lo que tenía de grande, lo tenía de extraordinario desde el punto de vista humano y, por supuesto, como cocinero, que era un número uno. Nos hemos quedado sin uno de los grandes», resumió el presentador.

«Le ha fallado ese corazón tan grande (que tenía). Nos deja su gran sonrisa; su amor por la naturaleza; su sabiduría y la gran humanidad que desbordaba por todos los lados», informó el restaurante.

La periodista Elena Marsal, que en verano publicó en la revista 'Enboga' una de las últimas entrevistas con el cocinero, explicaba en el reportaje que su actitud ante la pesca definía su carácter. «Nunca pesca por encima de los quince o veinte metros, porque le parece que los peces tienen menos oportunidades tan cerca de la superficie».

Fernando Canales, el chef que dirige el restaurante 'Etxanobe', le define como un «profesional del submarinismo» y, «como un muy buen amigo, una persona excepcional de una calidad humana fuera de lo normal». Su condición como persona sólo era equiparable, destacó Canales, a sus dotes frente a los pucheros y cazuelas. «Todo lo que tenía de grande, lo tenía de bueno, porque era extraordinario en todo. Tenía un talento especial para los platos de carne, setas; y poseía una chispa en la cocina que los demás no tenemos. Era único», destacó el responsable del primer restaurante del Palacio Euskalduna de Bilbao.

La llevaba en la sangre, explicaba en la entrevista de 'Enboga'. «Mis abuelos tenían un txakoli, precisamente el Arbolagaña, en el barrio bilbaíno de Ibarrekolanda. Desde muy pequeñito decía que quería ser cocinero. Cuando tuve edad para decidir mi futuro y vieron que iba en serio mi madre se echó a llorar. ¡Qué drama! ¡Claro, sabía de qué iba esto, lo dura que es esta profesión».

En varias ocasiones formó parte de delegaciones institucionales vascas para la promoción del turismo gastronómico en Euskadi, en ciudades como Tokio, Estambul, Londres y Nueva York, donde sirvió una comida en la sede central de la ONU. «He viajado por el mundo representando nuestra cocina», decía con orgullo. «Que te elijan para representar a tu tierra por la comida... ¡es la bomba!».

Su primer restaurante lo abrió en Loiu (Vizcaya), el Gozko Etxe y pronto, en 1997, ganó el campeonato de España de alta cocina para jóvenes chefs. Adicto a las gildas del 'Okela' y el 'Mugi', en Bilbao, defendía los productos naturales y la necesidad de dedicar a la comida su tiempo y espacio. No soportaba los locales con las mesas pegadas unas a otras. El suyo, el Arbolagaña, abierto en el 2001, se situaba sobre el pulmón de Bilbao, el parque de Doña Casilda.

Hoy sábado, a las 19 horas, amigos y familiares despedirán a Basabe en la Iglesia Parroquial San Andrés de Elciego con una misa en su memoria.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja La cocina llora a Aitor Basabe