
Enoturismo
Murillo Viteri. Seis generaciones de bodeguerosSecciones
Servicios
Destacamos
Enoturismo
Murillo Viteri. Seis generaciones de bodeguerosAndrea Murillo representa la sexta generación de la familia Murillo-Viteri, y la primera mujer que asume labores de gestión en esta bodega que comenzó ... su actividad en Fuenmayor, que siguió luego elaborando en el casco urbano de Cenicero y que hace ya dos décadas que se trasladó a su actual emplazamiento en el polígono de la localidad.
Inició su actividad elaborando vino de forma artesanal y casi exclusivamente para consumo propio y poco más, pero fue el abuelo de Andrea quien dio el paso para profesionalizar la actividad. Hoy en día, Iñaki y Pachi Murillo asumen la gerencia y la dirección enológica de la bodega, mientras que Andrea dedica su tiempo a la venta directa y particulares, el principal canal de comercialización. «A partir de la pandemia experimentamos un gran despegue de la venta on line», explica Andrea, «una parte muy importante de nuestras ventas las hacemos a particulares directamente. Tanto aquí en la bodega a los que nos visitan como a través de la página web (bodegasmurilloviteri.com), que muchas veces también corresponde a gente que nos ha visitado, ha probado nuestros vinos y quiere seguir bebiéndolo».
El carácter familiar de la bodega hace que no pueda estar abierta al enoturismo en cualquier momento. «No damos para más. Dedicamos el primer sábado de cada mes a visitar la bodega de forma regular (pero con cita previa), aunque también es cierto que si nos llama un grupo de personas que quiere conocernos, tratamos de concertar con ellos una cita aunque sea fuera de ese primer sábado de cada mes. Además, esos primeros sábados también aprovechamos para recibir a clientes a los que hemos invitado explícitamente».
El enoturista realiza un recorrido por la bodega, guiado por alguno de los miembros de la familia propietaria (lo que le otorga ya un carácter especial porque transmiten como nadie la pasión que sienten por su negocio), y suele acabar el itinerario –noventa o ciento veinte minutos después– probando alguno de los vinos y con un pequeño aperitivo riojano, aunque con cita previa y solicitándolo pueden incluso disfrutar de unas chuletillas al sarmiento asadas en la espectacular terraza de la bodega de Cenicero.
El visitante, en cualquier caso, recorrerá una bodega que se asienta en un edificio moderno y funcional. Hace unos mereció uno de los premios 'Best of' por su carácter 100% accesible. «Éramos, en el momento de recibir el premio, la primera bodega que era completamente accesible. Cualquier persona con movilidad reducida puede acudir a nuestra bodega con la seguridad de que va a poder visitar todos los espacios», señala con orgullo Andrea Murillo.
Además, en ese premio, según explica la sexta generación de la familia, «también influyeron seguro, nuestras prácticas sostenibles. Por ejemplo, contamos con un sistema de ventilación natural, y en el que si es necesario refrescar la instalación y en el exterior la temperatura es menor que en el interior, automáticamente se abrirán zonas de ventilación»; la nave de barricas –por su parte– se ubica en el subsuelo, en terreno 'robado' a la roca, que otorga una estabilidad tanto de la temperatura como de la humedad a ese espacio.
De la misma forma, la bodega multiplica su carácter sostenible porque genera cero residuos. «El agua ya usada se reutiliza para riego, los hollejos se usan para cosmética; las pepitas para aceites y cremas... lo único a lo que no le damos uso es al raspón».
Murillo-Viteri elabora sus vinos en grandes y modernos depósitos de acero inoxidable para luego dejarlo reposar en barricas de roble americano. Para la elaboración de sus vinos tintos, la bodega de Cenicero se apoya principalmente en la variedad de uva Tempranillo (en torno al 90%) aunque también añade algo de Mazuelo y Graciano; por contra, en los blancos, la variedad claramente predominante es la Viura (95%) y Malvasía (5%).
Combina las uvas de sus viñedos propios con la que les proporcionan viticultores de confianza, con los que mayoritariamente llevan trabajando desde hace muchos años.
Eso le permite elaborar una completa gama de vinos que van desde los crianza tintos (Murillo-Viteri y Aranzubía) o reserva, a los blancos («es el que más está creciendo en los últimos tiempos», señala Andrea). Además, elabora también un vino de autor que se denomina 'Libertad de Expresión'.
La producción de la bodega se completa con dos productos que no son habituales en otras bodegas como Murillo-Viteri: «Nosotros tenemos una pequeña producción de verdadero vinagre de vino y también un vino blanco gourmet para cocinar», señala.
Ahora, la bodega está inmersa en el proceso de embotellado de los dos próximos vinos que va a sacar al mercado: el blanco y rosado de la cosecha del 2024. «Estará en el mercado en aproximadamente un mes», anuncia Andrea Murillo, mientras observa la línea de etiquetado a pleno rendimiento para preparar el lanzamiento de los nuevos vinos.
t
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.