Secciones
Servicios
Destacamos
Charo salió de su Bolivia natal en las Navidades de 2003. Desde Sucre –la capital oficial del país andino– viajó hasta Logroño, donde comenzó a trabajar para una familia, con la que continúa manteniendo relación. No obstante, cuando surgió la oportunidad de empezar como cocinera ... en un restaurante –Tapelia– no lo dudó. No podía dejar escapar la ocasión. Pese a carecer de experiencia previa en hostelería, vio que podía cumplir su sueño de montar su propio restaurante. Así que tras unos años aprendiendo cocina en ese establecimiento, en 2018 cogió el traspaso de La Maite (en la calle Sagasta). Fue el nacimiento de su proyecto personal que hoy se ha transformado en El Maná.
El diccionario de la lengua española define el maná como el «manjar milagroso que, según la Sagrada Escritura, fue enviado por Dios a modo de escarcha, para alimentar al pueblo de Israel en el desierto». Charo –María Rosario Pérez Pérez–, antes de abrir su restaurante, tenía ya decidido cómo lo iba a llamar –es cristiana y con el nombre quería reflejar la historia bíblica–; pero al coger La Maite optó por seguir con esa denominación, hasta que irrumpió la pandemia. Cuando volvieron a abrir ya lo hizo con el rótulo de El Maná y con toda una declaración de intenciones de lo que allí iba a poder degustarse: «Del cielo a su mesa», como reza el lema que acompaña a los comensales en el interior.
¿Dónde se ubica? En la calle Sagasta, 6 (Logroño).
Horario Lunes, martes, miércoles, jueves y domingos, de 13.30 a 16.00 horas; viernes y sábados, de 13.30 a 16.00 horas y de 20.30 a 24.00 horas.
Reservas Por teléfono, en el 941 25 47 47, o por whatsapp, en el 650 924 062.
Web. https //elmanarestaurante.es/
El Maná, que se ha especializado en paellas y fideuás, ofrece una cocina tradicional casera, en la que las carnes y pescados a la brasa comparten protagonismo con la amplia propuesta en este «paraíso de los arroces».
Ofrece menú del día con seis o siete primeros, donde nunca falta –ni siquiera en verano– el plato de cuchara. «Nos piden mucho los caparrones de Anguiano o las pochas, que preparamos con cordero. Algún día servimos patatas con chorizo», señala la propietaria de este restaurante familiar –ya trabajan en él su marido e hijas–. Como segundos, los dos platos de carne y los dos platos de pescado están siempre presentes junto a los arroces que van cambiando semanalmente. «Los preparamos al momento para cada persona. Mientras el cliente va tomando el aperitivo y el primer plato, lo vamos elaborando. Solemos tardar unos 25 minutos», señala.
Igualmente, cuentan con opciones para personas con celiaquía y menú infantil, porque a El Maná «vienen muchas familias; también grupos grandes». Por eso una de las actuaciones que Rosario Pérez llevó a cabo cuando cogió el local fue tirar el murete que dividía los dos comedores para unificarlos en uno solo, ganando amplitud y luminosidad, además de crear un espacio donde ha ubicado un pequeño reservado, que goza de mayor privacidad gracias a un biombo decorativo.
La oferta culinaria se cierra con una pequeña carta de vinos –«no tenemos muchos, porque al trabajar casi siempre con menús, son los que vienen incluidos y casi todos son referencias de vinos jóvenes»– y una interesante carta de postres caseros. «Lo único que no hacemos aquí es el milhojas de merengue con chocolate caliente», que se lo traen desde la vecina localidad alavesa de Oyón. «Nos suelen pedir mucho la tarta de queso al horno con frutos del bosque y el brownie con nueces y bola de helado con chocolate caliente», menciona.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.