Una apuesta por el tapeo de calidad

Encontraron en el local que albergó La Carbonera (María Teresa Gil de Gárate, 18) el sitio ideal para hacer realidad su idea, y hace apenas unos días, se materializó abriendo sus puertas al público. «Esta calle lleva camino de convertirse en una de las principales vías gastronómicas de la ciudad. Creo que tiene un perfil de cliente diferente y puede crecer mucho», explica Alexandru.

Marida –nombre surgido de un inocente error infantil, pero con muchas evocaciones vinculadas al vino y la gastronomía– es un gastrobar que pretende rendir culto, principalmente, al tapeo y copeo (entendiendo como tal, el vino por copas) de calidad.

Aunque el local dispondrá de una pequeña carta en la que se podrá encontrar todo lo necesario para disfrutar, por ejemplo, de una cena con el mejor y más fresco producto (principalmente local), la propuesta de Marida es ofrecer vinos –buenos vinos– por copas para hacer accesible a todos los paladares, vinos que por botellas quizá no sean tan asequibles a todas las economías domésticas.

Alexandru, cocinero rumano con más de dos décadas viviendo en Logroño y formado con los hermanos Echapresto en Venta Moncalvillo, es la cabeza visible del proyecto y quien explica: «En La Rioja hay muchos vinos muy buenos, pero sólo conocemos unos pocos. Queremos que Marida dé la oportunidad de conocer todos esos otros grandes vinos que tenemos en esta región pero su nombre aún no es muy conocido».

En los primeros días que el establecimiento lleva abierto (apenas una semana), Alexandru reconoce que se ha cumplido su objetivo porque «la gente llega con amigos o familiares pide una copa de un vino que no conoce o que hace tiempo que no bebe, pero acaba –con el grupo– bebiéndose la botella, porque le gusta lo que prueba».

Actualmente, Marida cuenta con algo más de medio centenar de referencias vinícolas, pero la idea de su responsable es alcanzar en breve las 180 o 200, «pero no de cualquier vino, sino de vino de Rioja de alta calidad. No nos vale cualquiera».

La oferta vinícola se completa con unas tapas elaboradas al momento, con muy buen producto. «Muchas veces la gente lo que quiere, en lugar de cenar de modo más formal, es tomarse un par de buenos vinos, con un par de apetitosas tapas, en un sitio nuevo, agradable... Eso es lo que queremos darle nosotros a nuestros clientes». Alexandru, para ello, apela a su experiencia como cocinero ahora en La Mula (restaurante que se ha convertido ya en una referencia en la capital riojana) pero antes en Venta Moncalvillo, donde –entre otras partidas– trabajó en la cocina para eventos. «Eso es lo que me ha dado la capacidad para hacer tapas y pinchos prácticamente de todo», señala, y añade: «También me dio la capacidad de entender la economía circular que muchas veces es necesaria en estos negocios. Marida y La Mula, siendo completamente diferentes, se pueden complementar en esa economía circular que queremos implantar».

Alexandru señala también que, en breve, Marida va a comenzar a dedicar los jueves al marisco. «Estamos a poco más de una hora del mar Cantábrico y de ahí o de otras partes, puede llegar marisco fresco a diario sin ningún problema. Yo voy a poner un expositor en el local, y los jueves traeré marisco para que la gente pueda venir a degustar marisco fresco y tomarse unos vinos bien servidos. Es algo que no se ofrece hasta ahora así en Logroño y estamos ilusionados con ello», explica.

Y los domingos, Marida también irá preparando propuestas especiales con arroces, una amplia diversidad de tapas o guisos tradicionales.