El producto y su receta
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6-7 yogures
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A cualquier hora
1 litro leche entera.
1 yogur natural (no puede ser desnatado) a temperatura ambiente.
Precalienta el horno a 50°C. Se pone en una cazuela el litro de leche, se deja que se vaya calentando a fuego medio bajo, removiendo para que no se pegue la leche en el fondo. Se pone el yogur en un bol y se mezcla.
Si no se dispone de termómetro, la temperatura debe ser aquella en que se pueda meter el dedo y esté caliente sin quemarte. Se apaga el horno, se aparta la cazuela del fuego y se va añadiendo la leche caliente poco a poco en el bol con el yogur, removiendo bien.
Se introduce el bol en el horno ya apagado y se deja fermentar, bien tapado con film, durante 12 horas. Pasado este tiempo se puede repartir en tarros individuales y conservar en el frigorífico.
El yogur, como cualquier otro lácteo, se ha demonizado en los últimos años, ya sea por su procedencia (leche de vaca), por su contenido en grasa o por lo cada vez más difícil que resulta elegir aquellos realmente de buena calidad. Sin embargo, es un ... alimento con buenas propiedades nutricionales que podemos consumir a diario, eso sí, prestando especial atención a que no contenga azúcar añadido.
Una de las características más destacadas del yogur es su contenido de probióticos, microorganismos vivos que brindan una serie de beneficios para la salud, especialmente para el sistema digestivo. Estos probióticos, como las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium, ayudan a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, lo que puede mejorar la digestión, fortalecer el sistema inmunológico y reducir el riesgo de trastornos gastrointestinales.
Es una buena fuente de proteínas de alta calidad (fundamentales para la construcción y reparación de tejidos, así como para la producción de enzimas y hormonas), lo que lo convierte en un alimento ideal para aquellos que buscan aumentar su ingesta proteica.
Si tenemos en cuenta su contenido en micronutrientes, destaca el calcio, mineral esencial para la salud ósea, la coagulación sanguínea y la transmisión de señales nerviosas.
También podemos encontrar vitamina D, vitamina B12, potasio y zinc.
Hay muchas formas de incorporar el yogur en nuestra dieta diaria, como un tentempié rápido, mezclado con frutas y/o frutos secos, o usarlo como base para batidos y smoothies. También se puede agregar a salsas y aderezos para ensaladas, o incluso usarlo como sustituto de la crema agria en recetas. Tiene cabida en cualquier comida del día, desde el desayuno o la merienda, al postre de la comida o incluido en un plato principal (guarnición, crema...)
A la hora de elegir el mejor yogur, es importante leer siempre las etiquetas, en el lugar donde se indican los ingredientes podremos comprobar si contiene azúcar añadido. No es tan importante el cuadro de composición nutricional como el listado de ingredientes. Un yogur desnatado o 0% puede contener azúcar, ya que el hecho de ser desnatado no hace referencia al azúcar sino a la grasa.
El yogur natural podría ser la opción más saludable. Si optamos por el yogur griego, este aportará mayor cantidad de grasa, pero quizá sea mejor elección que aquellos azucarados cargados de aromas, colorantes y aditivos innecesarios.
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