Tiempo de preparación
20 minutos
Comensales
4
Categorías
Primer plato
16 siemprevivas
Media cebolleta
Medio pimiento verde
1 puñado de nueces
2 cucharadas de vinagre de Jerez
6 cucharadas de aceite de oliva
Sal
Se pica muy finamente la cebolleta, el pimiento y las nueces.
Se añade sal, el vinagre y el aceite y se remueve.
Se precalienta el horno a 180 grados, y mientras tanto se van limpiando las siemprevivas, se pelan y se les quita la capa exterior. Una vez peladas y limpias, se introduce en el horno con sal y se asan 15 minutos.
Por encima de las siemprevivas se coloca la vinagreta y se sirven en caliente o en frío.
Las siemprevivas son una variedad de cebollas frescas, muy tiernas y sabrosas, que en otras regiones son conocidas como cebollas de verdeo o calçots.
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Se caracterizan porque la forma de cultivo es algo diferente a la cebolla común, pero sus cualidades organolépticas son similares a ... las de la cebolleta fresca o incluso al puerro.
La mejor manera de cocinarlas es a la brasa o al horno, aunque se pueden consumir cocidas, a la plancha o en una crema como entrante.
Se trata de una hortaliza con muy bajo aporte calórico (apenas unas 30 kcal por 100 g), ideal para incluir en dietas hipocalóricas, de control de peso y compatible con muchas dietas enfocadas a diversas patologías (diabetes, hipertensión, cardiopatías...).
A pesar de su bajo aporte calórico, tienen una gran cantidad de fibra, esencial para un buen tránsito intestinal, además de mantener una buena salud digestiva y prevenir ciertas enfermedades. Una ración de siemprevivas puede llegar a proporcionar un 10% de la fibra diaria necesaria.
Destaca su contenido en antioxidantes como los flavonoides y compuestos fenólicos, sustancias que ayudan a combatir la oxidación de los radicales libres y prevenir es estrés oxidativo del organismo, consecuencia de la edad, el consumo de alcohol o tabaco, o de ciertas enfermedades crónicas como diabetes, cáncer o enfermedades cardiacas, que deterioran las células.
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Son especialmente ricos en vitamina C (hasta el 25% de la ingesta diaria recomendada en una ración), que es crucial para la salud del sistema inmunológico, la piel y la cicatrización de heridas. También contienen cantidades significativas de otras vitaminas y minerales, incluidas las vitaminas del complejo B, el potasio y el manganeso. Estos nutrientes son esenciales para numerosas funciones vitales, como el metabolismo energético, la salud ósea y muscular, y el funcionamiento del sistema nervioso.
La mejor manera de conservarlas es en un lugar ventilado y fresco. Se pueden congelar tanto crudas como asadas.
Las siemprevivas se pueden cocinar de diversas maneras. Solas a la parrilla o al horno no necesitan mayor acompañamiento, ya que su propio sabor es suficiente, aunque en algunos lugares como Cataluña se suelen acompañar de salsa romesco. También en tortillas, en sopas o en ensaladas, son un excelente ingrediente, sano, sabroso y nutritivo.
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