Gofres de avena y plátano

Entre sus propiedades nutricionales podemos destacar principalmente su contenido en hidratos de carbono complejos y fibra. Los hidratos aportan gran cantidad de energía y al ser éstos de absorción lenta, nos ayuda a mantener estables los niveles de glucosa sanguíneos. La fibra soluble favorece el tránsito intestinal y ayuda a regular los niveles de colesterol.

Además, la avena es una buena fuente de proteínas, lo que la convierte en una buena opción para personas veganas y vegetarianas.

Contiene vitaminas del grupo B, que intervienen en el metabolismo energético y en la producción de glóbulos rojos. En cuanto a su aporte de minerales, predominan el hierro, el magnesio y el zinc, que intervienen en diversas funciones como las contracciones musculares, el funcionamiento del sistema inmunitario o el mantenimiento óseo.

Un dato interesante para personas con celiaquía o intolerancia al gluten, es que la avena en su estado puro no contiene gluten de forma natural y por tanto, se puede consumir en cualquiera de estos casos. El problema es que habitualmente en el mercado no se suele encontrar libre de trazas, por lo que es necesario comprobar bien en la etiqueta que aparece la garantía 'libre de gluten'.

La avena es un cereal muy útil y versátil en la cocina, ya que la podemos utilizar para elaboraciones saladas como en panecillos o tostadas, en ensaladas, en cremas de verduras, para elaborar hamburguesas vegetarianas, o como espesante de salsas. Pero también es un excelente ingrediente en recetas dulces ya que se pueden usar los copos enteros (muesli, gachas...) o en forma de harina (bizcochos, tortitas, galletas...)

Podemos encontrar la avena en todos los supermercados, se puede consumir como grano entero, copos, harina... pero es importante que la compremos libre de gluten en caso de no poder comer esta proteína y preferiblemente adquirirla en su forma integral, por ser más completa y saludable.