Óscar Moya Esteban es de Arganda de Rey y, hace cuatro años se vino a La Rioja con su novia, de Logroño. Vive en Alberite y estudia 2º de Cocina y Gastronomía en la Escuela de Hostelería y Turismo de Santo Domingo de la Calzada, donde se matriculó tras once años trabajando en la obra, como soldador, y quedarse en paro. No lo hizo por conseguir un trabajo seguro; a él le gustaba mucho la cocina. De hecho, prácticamente se crió en una. En la de 'Casa Julián', el restaurante de sus padres. «De niño, muchas veces no me dejaban salir del recinto del bar, así que es lo que he vivido. No me dejaban meter mano en los fogones pero siempre estaba pendiente de lo que hacían», recuerda. Su madre, que sabe mucho del trabajo que el oficio conlleva, le sugirió que no se dedicara a esto, pero el gusanillo que le picaba dentro fue mucho más fuerte y, cuando el desempleo llamó a sus puertas se le brindó la ocasión. «Para mí esto no es un trabajo; lo disfruto y no me cuesta, al contrario que cuando iba a la obra», cuenta de los trabajos que ha tenido, en los que ha sentido la tensión de las cocinas y ratificado que sí, que quiere ser cocinero.
Publicidad
Para el bizcocho: 125 gramos de azúcar; 170 gramos de harina; 4-5 huevos; 2-3 yemas; 2-3 claras.
Para preparar la trufa: 500 gramos de nata para montar; 300 gramos de cobertura de chocolate negro; 60 gramos de azúcar.
Hacer un almíbar: Con tres partes de agua con una de azúcar. También puede utilizarse un licor, al gusto del cocinero.
Óscar ha querido preparar un postre muy en consonancia con esta época: un Tronco de Navidad.
Para ello, en primer lugar hay que montar las claras a punto de nieve, con 25 gramos de azúcar. Aparte, montar las yemas y los huevos con los 100 gramos de azúcar restantes. Juntamos el resultado de ambas, "con mucho cuidado para que no se baje el bizcocho a la hora de cocerlo". Por último, tamizamos la harina y la echamos en la mezcla, muy poco a poco.
Para el bizcocho
125 gramos de azúcar
170 gramos de harina.
4-5 huevos
2-3 yemas
2-3 claras
Para preparar la trufa
500 gramos de nata para montar
300 gramos de cobertura de chocolate negro
60 gramos de azúcar
Hacer un almíbar
Con tres partes de agua con una de azúcar. También puede utilizarse un licor, al gusto del cocinero.
Después, con una manga pastelera hay que repartir la masa, muy fina, sobre una placa de horno en la que habremos colocado papel de horno. Cocemos a 220º durante 6 minutos. Cuando esté listo, con un pincel empaparemos el bizcocho con un almíbar (o un licor al gusto) que habremos preparado previamente.
Dejamos enfriar y procederemos al relleno. Óscar opta por una trufa y, para ello, monta la nata con el azúcar; derrite la cobertura negra y, cuando ambas estén a la misma temperatura, añadiremos la cobertura a la nata, muy despacio. Dejamos enfriar y lo batimos, un poco solo y con mucho cuidado para que no se corte. Terminado esto echamos una capa sobre el bizcocho ya horneado y lo vamos rodando, hasta conseguir un brazo de gitano. Él, que tiene medios en la Escuela, lo adorna con unas láminas de chocolate templado, colorante alimenticio y unos champiñones de merengue. Quien quiera hacerlo en casa que deje la ornamentación a merced de la imaginación.
¡Oferta especial!
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.