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Primer plato
800-1.000 gramos de alubia verde, dos puñaditos de almendra tostada, 3 huevos, salsa de soja, 1 ajo, aceite de oliva y sal.
Se separan con cuidado las yemas de las claras y se sumergen en abundante salsa de soja durante dos horas.
Se lavan las judías verdes, se les quita la parte dura del extremo y se cortan a lo largo en cintas. Deben salir 3 o 4 cintas de cada judía. Se hierven en abundante agua con sal durante 10-12 minutos y se pasan a agua con hielos para fijar su color.
Posteriormente se saltean apenas un minuto en aceite de oliva en el que se ha sofrito un ajo cortado en láminas.
Se emplatan las cintas de judía con las almendras picadas por encima y se salsea con las yemas escurridas de soja y rotas con una cuchara.
Las alubias verdes o judías verdes son un alimento excelente para dietas de control de peso, ya que tienen pocas calorías, no aportan grasa y tienen gran cantidad de agua y de fibra.
Esta verdura puede confundir en cuanto al grupo de alimentos al que ... pertenece, ya que se trata de una leguminosa, pero nutricionalmente la clasificamos como una verdura, porque no comemos únicamente sus semillas sino también la vaina y lo hacemos en su forma fresca. Además, su composición nutricional es similar al resto de las verduras y no de las legumbres.
Su alto contenido en potasio y bajo en sodio, además de la cantidad de agua, le confieren una propiedad diurética que favorece la hidratación y ayuda a combatir la retención de líquidos.
También aporta otros minerales como calcio, fósforo, hierro, yodo o magnesio.
La clorofila es su pigmento predominante, de ahí su color verde intenso.
La vitamina C es un nutriente bastante abundante en este alimento, por lo que tiene un alto poder antioxidante, contrarrestando así el efecto negativo de la oxidación de los radicales libres, además de ayudar a combatir el envejecimiento.
La vitamina A, en menor cantidad pero también presente, mantiene un equilibrio en el sistema inmunológico, visión y en la piel.
Tiene una concentración notable de vitamina K, que interviene en la formación de los huesos, además del silicio, que contribuye a la densidad ósea.
Las judías verdes se pueden preparar de muchas maneras aunque la receta clásica, cocidas con un poco de aceite de oliva es suficiente para disfrutar de su sabor, que es suave pero no soso, es por tanto una verdura bastante aceptada en la población infantil.
Con un poco de patata y algo de proteína como pollo, unas gambas o un huevo cocido, es un plato completo a nivel nutricional.
Es importante consumirla cocinada, al vapor, hervida, salteada... y no comerla cruda, ya que contiene ciertas sustancias tóxicas que desaparecen con el cocinado.
No conviene cocerlas mucho sino comerlas al dente para contar con todo su sabor y no perder sus nutrientes como las vitaminas hidrosolubles, y si esperas al final para ponerle la sal, te quedaran mejor de textura.
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