El desayuno más saludable

Luego, a la media hora, más o menos, de habernos levantado podemos desayunar propiamente dicho. Lo mejor es que reservemos suficiente tiempo para poder desayunar con tranquilidad y, a ser posible, en compañía del resto de la familia.

Todo desayuno debe tener algo líquido que puede ser café, té o algún zumo de frutas. Para quien le siente bien el café es la bebida ideal, ahora reivindicada como saludable. Aporta una dosis estimulante de cafeína y numerosos polifenoles y antioxidantes. Lo mejor es acostumbrarse a beberlo solo sin azúcar, si acaso puede añadirse algo de leche desnatada. El té negro y, mejor, verde es una alternativa a los que no les siente bien el café. El zumo de frutas, de una sola o combinación de varias, es un elemento que no debe faltar en un desayuno saludable. Pero debe ser hecho de fruta triturada, no exprimida. Cuando exprimimos una naranja recogemos solo el agua y el azúcar de la fruta (una naranja normal tiene diez gramos de azúcar) y tiramos a la basura lo mejor de la naranja. Lo mejor es triturar la naranja pelada y sin pepitas.

El desayuno debe tener algo de proteínas que vamos a necesitar a lo largo de la mañana y, además, son saciantes. Yo recomiendo el huevo cocinado con poca grasa. También puede servir el yogur tipo griego sin azúcar o el queso, incluso un puñado de frutos secos que podemos añadir y mezclar con el yogur.

También debemos aportar un poco de grasa saludable. Podría valer un buen aceite de olivar virgen extra y mejor la mezcla de un poco de guacamole mezclado con unas gotas de aceite. Lo podemos extender sobre una tostada de pan integral (del de verdad).

El complemento necesario de fibra nos lo puede proporcionar la avena, pero que sea lo más natural posible; también sirve la chia. No consumir ninguno de los llamados 'cereales del desayuno'. Sobre todo si traen azúcares o chocolate, etc. añadidos.

Con un buen desayuno seguro que no necesitaremos darnos un segundo desayuno a media mañana. Pero para quien lo necesite aconsejo que se guarde en el bolso o mochila un plátano y se lo coma con el café de media mañana. Aprovechen lo que queda de verano para ir cambiando la forma de desayunar.