¿Cuánta fruta? Ni mucha ni poca

Todo esto lo cuenta muy bien el médico y nutricionista Javier Aranceta, doctor también en Periodismo, al que hemos recurrido para hablar sobre la última moda en la red. Y protéjase, que vendrán más... Alguno de estos 'maharishis' ha logrado que corra como la pólvora la idea de que ojito con la fruta, que engorda. Y esa, según cuenta Aranceta, presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco, es una verdad a medias, que deja a la población expuesta a las consecuencias de lo que es: una mentira y gorda.

La recomendación internacional –la de la Organización Mundial de la Salud y de todas las sociedades científicas– habla de que la fruta debe formar parte de la columna vertebral de nuestra alimentación. «La fruta –recuerda el experto– es uno de los grupos de alimentos más importantes, junto con las verduras y las hortalizas. No podemos prescindir de ninguno de ellos».

Quizás convendría comenzar explicando que no es la fruta lo que le hace a uno ganar peso, sino el exceso de calorías que se meta al cuerpo. Hay alimentos que tienen más y otros que tienen menos. El tipo de alimentación que uno tenga, el ejercicio que practique y el metabolismo que le haya tocado en suerte decidirán sobre el resultado final que le brinde la báscula.

Hay gente que le va muy bien con cenar, incluso desayunar, solo fruta, y otras personas que no podrían pasar la mañana o la noche con tan limitada ingesta. La fruta, por norma general, resulta muy saciante. Pero que eso le vaya a uno mejor o peor depende de cada persona. Una decisión así debería ser consultada con un especialista con el fin de que sea un profesional quien adapte la pauta alimentaria a las necesidades particulares de cada persona.

Como norma general, hay que comer cinco piezas al día. Lógicamente no se trata de meterse al cuerpo cinco melones... Todo lo que se ingiera en exceso acabará por generarle no un problema de peso, sino de salud. Tampoco piense en cinco cerezas. Entre comer como un jilguero y hacerlo como un hipopótamo dista un trecho muy largo.

Cinco piezas vienen a ser, según detalla Aranceta, entre 400 y 500 gramos de fruta. Quizás leído así puede parecer mucho, pero de verdad que no lo es tanto. Tenga en cuenta que una manzana de tamaño medio pesa entre 180 y 200 gramos.

Frutos secos, dátiles, higos y pasas lideran la clasificación de las frutas más calóricas. El plátano –como las uvas– no les anda a la zaga y cuanto más maduro está, más sabroso, pero también más calórico resulta. Se absorbe mejor cuando está un poco más verde y, además, la microbiota intestinal lo agradece. También resulta muy calórico el aguacate, pero su grasa es de las más saludables que puede tomar.

Entre las menos calóricas figuran las cerezas, que tienen la ventaja de que son frutos rojos, ideales contra el envejecimiento. Un plátano puede tener en torno a 100 calorías por cada 100 gramos y las cerezas, 20. Pero con la fruta pasan las dos mismas cosas que con las verduras. Cuantos más colores se coman, mejor; y si elige producto de cercanía, la decisión en términos de salud será ya de diez.

Con la comida no se juega. ¡Feliz día!