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Isabel Casares
Domingo, 14 de enero 2024
Puede ser tan útil que, incluso, reduce los síntomas de la resaca, como las náuseas y la sequedad de boca. El higo chumbo, fruto de ... la chumbera ('Opuntia ficus–indica'), es feo y espinoso por fuera, pero de lo más resultón, dulce y carnoso por dentro.
De forma ovoidal y un tamaño que ronda entre los 5 y 7 centímetros de diámetro y los 10 centímetros de largo, esta fruta puede ser comestible cuando su color es amarillento, rojizo o rosado. Aunque el más común es el americano, como se denomina en algunos pueblos al higo chumbo de color verdosos, y al más grande y rojizo, le llaman «moscatel». Su temporada comienza a principios de julio y termina a finales de agosto o principios de septiembre.
Qué es. El fruto de la planta chumbera, aunque se la puede encontrar con otros nombres dependiendo de la región o país palera, higuera de pala, higuera de indias, figuera de moro, tuna o nopal.
Sabor Parecido al de la sandía, el melón e incluso la pera. De textura suave y gelatinosa y con muchas semillas que se pueden comer. Hay que pelarle antes de comerle – incluso en crudo es rico–, y retirar primero con cuidado las espinas que cubre dicha piel, con un tenedor y un buen cuchillo, por ejemplo.
Beneficios Entre otros muchos, ayuda a bajar la fiebre; un buen zumo de higos chumbos es perfecto para mantener la temperatura corporal. Y para dietas poco calóricas, incluso para combatir el colesterol malo.
De piel gruesa y cubierta de espinas de diferentes tamaños –algunas tan grandes que pueden alcanzar el tamaño de una aguja– su sabor puede recordar al de la sandía, el melón e incluso al de la pera. Su textura es suave y gelatinosa y contiene una importante cantidad de semillas que también pueden consumirse. Es una fruta dulce, perfecta para comer sola o hacer zumos, mermeladas o postres.
Aunque lo más común y normal puede ser comerlos de manera natural, como una fruta fresca, lo mejor es pelarlos con unos guantes para manipularlos debido a sus espinas o ayudándose con un tenedor y un buen cuchillo. No obstante, se pueden cocinar hervidos e incluso a la parrilla y servir de acompañantes en ensaladas. Aparte de su destino para zumos, sorbetes, mermeladas, gazpachos y helados. Y combina muy bien con otras frutas de temporada, para disfrutar de una buena macedonia o postre con yogur. Incluso es un excelente maridaje de ensaladas con hojas verdes y quesos, también para acompañar carnes ligeras o pescados blancos a la parrilla. La lista de beneficios de su ingesta es larga. Ayuda a bajar la fiebre, es astringente y protector de la mucosa gástrica por lo cual es recomendable para las personas aquejadas de gastritis o acidez de estómago. Y un gran aliado para reducir el cansancio y el colesterol malo. El 90% de su composición es agua y tiene un muy bajo contenido calórico, siendo fuente importante de minerales y vitaminas.
Están siendo redescubiertos tanto para la medicina naturales, como para la nueva cocina, de manera que cada vez son más consumidos en elaboraciones muy diversas: pulpa, zumos, gelatinas, aguardientes preparados por fermentación de su pulpa. Por ello ahora ya se encuentran envasados como otros frutos exóticos. Una exquisitez que se puede disfrutar de muy diversa manera.
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