La exquisitez de lo sencillo

No hace falta una elaboración complicada para conseguir un éxito rotundo. Dani Bueno lo ha conseguido 'solo' con un buen producto, una propuesta sencilla pero muy apetitosa y del gusto de casi todos, y eso sí, amabilidad a raudales.

El 'Bueno, bueno' de la calle San Juan ha conseguido que un bocadillo de origen andaluz, se convierta en un referente de la zona y el local, un lugar de paso obligado para los que recorren la calle.

Cuando Daniel –y su sonrisa casi perenne– llegaron a la calle San Juan, ya sabía bien lo que era cortar jamón, pero buscó una propuesta que fuera diferente a lo que ya existía –la zapatilla– y se le ocurrió la idea de los molletes (las zapatillas 2.0, como él los denomina) que él conocía de sus visitas a Andalucía.

A partir de ahí lo tuvo muy claro. Buscó un buen pan, a un buen jamón («siempre es jamón ibérico de cebo de campo, llevo con el mismo desde el principio», explica) y también un buen aceite para echar un chorrito, «siempre uso aceite de oliva virgen extra, al principio la traía de Jaén, pero ahora ya utilizo aceite riojano que también aquí hay muy bueno», apunta Daniel.

Evidentemente, el mollete de jamón se ha convertido en una de las grandes señas de identidad del 'Bueno, bueno', pero no la única. De hecho, este establecimiento de la calle San Juan puede presumir de contar entre su oferta la del pincho ganador del Concurso de La Rioja en el apartado de pincho tradicional. El 'bacalao ajoarriero con pimientos de aquí', elaborado con bacalao, cebolla, pimiento, ajo, tomate, patata y AOVE, mereció esta distinción otorgada por el jurado profesional en la última edición de esta competición.

Luego hay otros pinchos que Daniel reconoce que gozan del reconocimiento del público como los callos o el pincho de tortilla de patata... «al final, lo que yo trato de hacer es la cocina de la abuela», explica el propietario del 'Bueno, bueno', con modestia.

Pero si la propuesta gastronómica cuenta con una notable aceptación, no es menor el reconocimiento de sus vinos: «A pesar de que tengo un bar pequeñito, tengo 80 referencias diferentes que se sirven por copas, y eso no es algo que lo puedan decir muchos establecimiento», admite. Además, Daniel apunta a que cuenta con muchos vinos «de pequeñas y medianas bodegas, algunas de ellas son bodegas familiares que hacen buenos vinos, y por eso están aquí».

Esos vinos ya empiezan a ser demandados no solo por la gente mayor sino por un público joven que cada vez es más numeroso en la calle San Juan: «Hay un aumento del público joven, que además es entendido en vinos», explica Daniel Bueno.