Lo exótico se alía con la tradición

El Arca es uno de esos bares que no deja indiferente a nadie. Su amplia y exitosa oferta gastronómica ha permitido que este recién estrenado local se convierta en una parada obligatoria de los comensales más tradicionales y de los más innovadores. Y es que, dentro del negocio impulsado por los hermanos Avellaneda, puedes encontrarte desde un plato de callos hasta un ravioli con carne de cocodrilo.

Pese a que la verja de El Arca lleve menos de dos meses abierta, la experiencia dentro de los fogones de los Avellaneda se remonta muchos años atrás. Propietarios de la Bodeguilla Gutiérrez durante más de una década, estos cocineros decidieron dar un salto y adentrarse de lleno en la calle San Juan con la apertura de este renovado establecimiento. En él han querido extender el modo de cocina que les definía con el uso de la casquería ampliando su oferta gastronómica con la utilización de carnes exóticas.

«No hay otro bar como el nuestro, eso una realidad. En nuestra carta se pueden encontrar pinchos como un bocata de canguro a la sidra, una oblea de bisonte con compota de pera de Rincón de Soto o un ravioli frito relleno de carne de cocodrilo con salsa de menta fresca», enumera uno de los propietarios de El Arca, Millán Avellaneda.

Una carta, a priori, solo apta para los más atrevidos. Aún con todo, el propietario de El Arca asegura estar sorprendido de la gran acogida que esta teniendo esta innovadora oferta gastronómica en el centro de Logroño. «Al principio los clientes miran los platos y se lo piensan pero una vez empiezan a digerirlos reconocen que les encantan. Solo digo que quien prueba, repite».

En El Arca, los hermanos Avellaneda han dado rienda suelta a su imaginación sin olvidar sus orígenes. «Hemos buscado ser un poco más transgresores con este local pero nunca hemos perdido nuestra esencia que gira en torno a la casquería, algo muy nuestro», asegura Millán. De ahí que mantengan sus icónicas cazuelitas de callos, orejas con tomate y careta de cerdo guisada con setas. Pero además de las opciones para los más carnívoros, el bar de pinchos de la calle San Juan también ofrece alternativas sin gluten y veganas tales como un taco de espinacas y setas y falafel.

Estos apetecibles pinchos y elaboraciones pueden maridarse con una pequeña pero especial selección de vinos de Badarán o Elciego, entre otros. En cuanto a las cervezas, La Salve, «unas de las cerveceras más antiguas de Bilbao decidió apostar por nosotros con su nueva cerveza llamada Lucía que apenas lleva un mes circulando por los bares», describe el propietario de El Arca.

• Temas
• Gastronomía