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Fermín Apezteguía
Sábado, 10 de agosto 2024, 09:25
La gastronomía está presente en el lenguaje de forma constante y casi imperceptible. Algunas frases hechas o refranes forman parte de la cultura popular e ... incluso han servido como didácticas sentencias para el pueblo más humilde y menos leído.
Lo que resulta fácil es pan comido y lo difícil se hace más largo que un día sin él. Te mosqueas con alguien y, cuando ya no puedes más le mandas a freír espárragos. Aunque luego, pensándolo mejor, intentas buscar lo positivo de la situación y tratas de darle la vuelta a la tortilla, que no merece la pena vivir avinagrado o pasarse el día de mala leche. Las frases hechas, dichos y refranes que tienen como protagonista a la comida son tantas que revelan, sin duda, la importancia que la alimentación tiene en nuestra cultura. No es casual que suceda algo así en una región donde el estilo alimentario ha dado lugar a una tradición social y culinaria conocida internacionalmente como la dieta mediterránea. En su mayoría, estas frases hechas o dichos populares responden a una autoría anónima. Algunas de las más habituales en el día a día a día son:
Al pan, pan y al vino, vino. Uno de los más utilizados, se refiere a la necesidad de llamar a las cosas por su nombre, sin metáforas ni eufemismos que valgan.
Con las manos en la masa. Antecedente de la más moderna 'pillar a alguien con el carrito del helado'. Aparece recogida en el diccionario de Covarrubias de 1611. Habla de sorprender a alguien haciendo algo que no debe.
Contigo pan y cebolla. Manuel Eduardo de Gorostiza publicó en 1833 una novela con este título. Es el amor por encima de la riqueza, puro enamoramiento.
Darle la vuelta a la tortilla. ¡Y mejor antes de que se queme! Se trata de ver siempre el lado positivo de las cosas, aunque parezcan ser lo peor.
Estar empanado. Estar atontado, despistado.
Las cosas claras y el chocolate, espeso. Otro dicho que habla de la necesidad de llamar a las cosas por su nombre y no andarse dándoles mil vueltas.
Llevar una buena merluza encima. Como tener una trompa, una borrachera de mil narices.
No comerse un rosco o un colín. No tener éxito en las relaciones amorosas. En las verbenas de hace algunas décadas, una forma de entrar a una chica era comprándole una rosquilla. Si una se iba a casa sin que se la comprara nadie...
No está el horno para bollos. Expresión que procede del gremio panadero, que alude a la temperatura concreta que debía tener el horno para la elaboración del dulce, distinta a la del pan. Es el momento inadecuado para plantear nada.
No hay pan para tanto chorizo. Demasiado ladrón para meter mano al saco.
Ponerse como un tomate. Acalorarse por una situación embarazosa.
Sacar las castañas del fuego. Ayudar a alguien, aunque uno sepa que pueda quemarse en el intento. Bueno, no hay mesa sin propina...
El peor cerdo se come la mejor bellota. Quizás ésta sea una afirmación un poco adolescente, pero... Hace referencia a que los chicos malotes se llevan siempre las chicas más guapas. ¡Aaay, el amor!
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