Cuando compartir es comer

En Las Nubes Restobar invita a compartir experiencias en torno a la mesa. Compartir raciones o cachopos –seña de identidad de este restaurante– con la familia o con los amigos, tanto en el comedor como en terraza, donde pueden degustarse platos caseros que se acompañan de postres que diariamente realizan en cocina. Y todo ello con vino –tiene una carta amplia de referencias de Rioja y de otras denominaciones–, cerveza o sidra asturiana. «Nuestras raciones son muy generosas, para compartir, que es nuestro concepto. Cada cachopo es para dos o tres personas, pero si se lo come solo una le invitamos a un chupito», señala Susana Fernández.

Comida tradicional, verduras de temporada, salsas caseras, producto de calidad y una clientela fiel y habitual. En todo eso radica el éxito de este establecimiento que se apartó de los pinchos y desde hace dos años completa su oferta de carta con un menú diario entre semana –solo a mediodía–, compuesto por cinco primeros, cinco segundos y postre, donde priman, ahora que el mal tiempo empieza a asomar, los platos de cuchara.

Fernández llegó a la hostelería sin experiencia previa. «Todos me decían que era muy valiente, pero también una inconsciente. Este mundo puede parecer fácil por fuera, pero es muy difícil».

Y como buena asturiana puso de moda los cachopos en Logroño. «Buen producto y buena mano», así resume la clave de su éxito. Al tradicional de jamón y queso se unieron los de cecina, de queso picón... Comenzó con dos variedades y ahora tiene cinco fijos y, además, ha instaurado el 'Cachopo del mes' –cada mes elabora uno diferente que se sirve ese tiempo–. Ahora en octubre toca el de jamón serrano, queso brie y pimientos confitados. Por encargo, con un tiempo de antelación, es posible pedir cachopos para personas con celiaquía y embarazadas.

Hamburguesas, codillo o salchichas alemanas integran la oferta porque «no a todo el mundo le gustan los cachopos». También ha apostado por platos vegetarianos y en sus entrantes destaca «la tempura de verduras, las papas arrugadas con mojo verde o rojo o las berenjenas con miel de flores que son fijos». Eran platos que le gustaba preparar en casa y cuya receta ha transmitido a las dos cocineras que trabajan junto a ella prácticamente desde los inicios. «Si quiero introducir algo nuevo en carta, antes tengo que sacar un plato», admite, como ha sucedido al incluir los taquitos de bacalao en tempura.

En Las Nubes Restobar, junto con otros de la zona, ha revitalizado esta céntrica calle de Logroño. «Lo bueno es que nos hemos especializado cada uno en hacer nuestra historia. Es un tipo de hostelería que apuesta por la autenticidad dentro de lo que es cada uno. Ninguno hace lo mismo que el de al lado. Tenemos cada uno una historia que contar y así la plasmamos en nuestra cocina», concluye.