Secciones
Servicios
Destacamos
En un palacio del siglo XVI se encuentra el restaurante Palacio de Casafuerte. En su momento, el rey Fernando VI se lo concedió a un valido suyo, José de Montoya y Orbaneja, virrey y corregidor de Lima (Perú). Junto a este edificio, recibió unas hectáreas ... de viñedo por sus servicios prestados en América. José de Montoya y Orbaneja se convirtió en el primer conde de Casafuerte. De generación en generación fue pasando el título hasta que en el año 2000 los padres de Daniel Lombillo, actual gerente, compraron el edificio a la condesa de entonces.
Después de once años de restauración –seis con el tema del restaurante, cuya obra la realizó prácticamente la familia, y cinco con el hotel que también alberga el complejo–, en 2006 se inauguró este restaurante (en 2011 abrieron el pequeño hotel de cinco habitaciones). Conserva un encanto especial y atractivo y se levantó en la que fue la bodega antigua, que posteriormente pasó a albergar, durante la Guerra Civil, los silos de almacenaje de trigo y demás alimentos.
Dirección Calle Miguel Villanueva, 50, Zarratón.
Horario Lunes, miércoles, jueves y domingo, de 13.30 a 15.30 horas. Viernes y sábado, de 13.30 a 15.30 horas y de 21 a 22.15 horas. Martes, cerrado.
Reservas A través del teléfono 941 324 799 o del correo electrónico info@casafuerte.es.
Ese encanto especial se percibe desde que se traspasan las puertas de este restaurante, que se divide en tres zonas bien diferenciadas. La oferta del Palacio de Casafuerte es una apuesta clara por la cocina riojana tradicional, con toques innovadores.
Con un producto de calidad y, sobre todo local, han situado a Zarratón, una localidad de La Rioja Alta de apenas 270 habitantes –aunque en verano la cifra aumenta hasta superar el millar–, como lugar de referencia gastronómico. Su propuesta pasa por trabajar, en gran medida en la brasa y en su horno de leña, con platos cuyo protagonismo recae en las alcachofas, menestra de verduras, cordero, cochinillo, pescado fresco... «Nuestro tique medio es de 45 o 50 euros, pero la gente disfruta la comida. Quien viene sabe que come bien», destaca Daniel Lombillo.
Ese buen hacer lleva a muchos clientes a repetir de manera frecuente y otros se sorpenden al descubrir, por primera vez, la cocina del Palacio de Casafuerte. «Vienen muchos de Logroño. Ahora a la gente no le importa desplazarse para pasar un buen rato». El principal turista que llega es el vasco, «que tiene en Zarratón su segunda residencia», además de atraer a mucha gente de Madrid y Cataluña.
El restaurante cuenta con una terraza exterior; un lujo en los meses de verano, para tomar el aperitivo o copas. En el interior, y en días de mal tiempo, se ha ubicado una zona de salón, donde quien acude puede disfrutar de un vermú antes de la comida o del café y copa en la sobremesa. Luego se encuentra la zona del comedor, con un aforo para 250 personas cuando hay eventos, aunque para el resto de días reducen la capacidad a 65 o 70 comensales. En la parte superior se encuentra un comedor más pequeño destinado a eventos reducidos (comuniones o bautizos) o reuniones de empresa.
En el Palacio de Casafuerte trabajan con carta –aunque elaboran menús para fechas señaladas y para grupos–, con la posibilidad de pedir algún plato que preparan y que ofertan fuera de ella. «Lo que nos hace diferentes es que trabajamos con productos de mucha calidad. La carne que tenemos en su mayoría es de Galicia; el cordero y las chuletillas las compramos de aquí de la zona; el cochinillo lo traemos de la parte de Segovia; el pescado también nos viene de Galicia».
Daniel Lombillo explica que suelen realizar cuatro cambios anuales a la carta, aunque los más importantes coinciden con la llegada del invierno –octubre, aproximadamente–, cuando apuestan más por platos de cuchara, y después de Semana Santa, en el momento que empiezan a introducir platos más frescos, con mucha verdura, ensaladas, etc.
«Aquí hay varios platos que la gente nos demanda mucho; el cochinillo asado y el cordero. Nos salen espectaculares. Tenemos clientes que vienen de muy lejos a comer nuestro cochinillo. Tiene mucha fama», resalta Lombillo. Ese cochinillo junto a las manitas rellenas de alcachofas y langostinos son sus platos estrella.
Y en cuanto a su carta de vinos, cuentan con 150 referencias, la mayoría de Rioja, aunque es posible probar vinos de otros lugares. Además, han comenzado a elaborar el suyo propio, «un vino especial, como lo hacemos todo aquí, aprovechando que mis padres tienen viñedos».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.