Cerveza, un hobby convertido en actividad

Pero fue en 2019, cuando junto a dos amigos –José Miguel y Álvaro Ibaibarriaga– decidieron un pasito más adelante y 'profesionalizar' la producción, pero sin perder la cabeza. Los tres tienen sus trabajos por lo que no necesitan de la cerveza para vivir, pero sí para seguir aprendiendo y divertirse.

Crearon su propia marca, para la que adoptaron la palabra celta 'Samhain' que es con la que se nombraba la fiesta pagana que este pueblo celebraba al acabar la cosecha, y compraron unos pequeños depósitos que alojaron en una lonja de Briones.

Desde ese pequeño local producen dos tipos diferentes de cervera y experimentan mucho para probar nuevas ideas. De los 15 o 20 litros que producían inicialmente, ahora ya alcanzan los 2.000 anuales.

De momento en el mercado tienen una IPA (Indian Pale Ale) y una Tostada.

La IPA responde a las características de una cerveza de estilo más tradicional, de carácter muy inglés, donde tiene más importancia el lúpulo (se trata de un lúpulo silvestre que recogen en los alrededores de Briones con un aroma intenso) y que tiene 5 grados alcohólicos. La Tostada tiene un poco más de grado, alcanza los 5,5.

Ellos mismos, en su pequeña lonja en el pueblo, realizan todo el proceso con las maltas que compran, el lúpulo que recogen (también añaden comprado) e incluso son ellos mismos los que encapsulan las botellas con una pequeña prensa manual.

Después llega la parte más complicada para alguien, como ellos, que no se dedican exclusivamente a ello: la venta. «De momento, estamos en algunas cervecerías especializadas de La Rioja, algún bar y en alguna tienda de productos gourmet», señala Joseba. Y añade: «Hay que tener en cuenta que, de momento, nuestra producción es pequeña y luego que, aunque la cerveza artesana está de moda, a la gente lo que más le gusta es probar cosas nuevas. Prueba una cerveza y la siguiente vez, de normal, pide otra referencia para probar algo diferente».

En cuanto a la producción, los tres amigos tienen claro que quieren ir poco a poco. «Hemos visto cómo proyectos cercanos que hacían un buen producto se han visto obligados a cerrar, así que nosotros vamos a ir creciendo pero con moderación. Tenemos a favor que todos tenemos nuestros trabajos y con la cerveza no necesitamos ganarnos la vida, sino no perder dinero y divertirnos», afirman sin complejos.

Se sienten orgullosos de lo que hacen y pueden presumir de sus cervezas Samhain que ellos elaboran en su pueblo natal, con un resultado extraordinario, con sus modestos medios «y sin generar residuos porque lo que queda después de la elaboración se lo echamos a las gallinas, de manera que somos totalmente sostenibles».