Castañas, un sabor que acompaña al frío

Esta semana, que han bajado las temperaturas, cobran vigencia los puestos callejeros que asan castañas, pese a que el cambio climático los hacen cada vez más prescindibles

La Rioja

Sábado, 14 de diciembre 2024, 09:17

Las castañas anunciaban tradicionalmente el frío. Llegan en octubre y noviembre, y se quedan durante el invierno para dar calor a los cuerpos que transitan por las calles. Sin embargo, el cambio climático ha traído como consecuencia que este fruto cada vez sea menos visible ... en las esquinas de las calles logroñesas –donde tradicionalmente se ponían puestos que las vendían, recién hechas, a los transeúntes– y como cada vez las temperaturas son menos bajas, su presencia es menos necesaria para combatir el frío.

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Ni siquiera son ya un elemento indispensable para calentarse las manos. El tradicional envoltorio de papel que recogía una docena de castañas recién asadas y que mantenía el calor para prestárselo a unas manos ateridas de frío, cada vez resulta menos necesario, porque ya el frío no es tanto como antaño, y las manos lo soportan bien, simplemente con en los bolsillos o con unos guantes.

Sin embargo, hace ya algunos días que algunos puestos de castañas –como ocurre con las churrerías– asan este fruto típicamente otoñal.

Tradicionalmente, los puestos de castañas ocupaban las principales esquinas de las ciudades

Esta semana, con la bajada de las temperaturas (aunque no ha hecho presencia el esperado frío invernal) han cobrado vigencia.

A pesar de pertenecer al grupo de los frutos secos, la castaña es el que presenta menos aporte de calorías (160 kcal./100 gramos), debido al bajo aporte de grasas de un 3%, comparado con el promedio del resto de miembros del grupo como la avellana, almendra, entre otros (500 kcal. por 100 gramos y un 50% de grasas).

En cualquier caso, las castañas presentan algunas características importantes para nuestra salud. En primer lugar, son saciantes, lo que las hace atractivas para aquellos que quieran mantenerse lejos de las comidas opíparas, tan de estas fechas; son ricas en fibra, ayudando al sistema digestivo y son antioxidantes.

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Además, las castañas ayudan a fortalecer los huesos; y por su contenido en vitamina B, estimulan el funcionamiento del sistema nervioso Es un alimento apto tanto para diabéticos como para celiacos.

Nutricionalmente, son ricas en aminoácidos; poseen magnesio, potasio y fósforo; aportan ácidos grasos omega 6 y omega 3; protegen la salud cardiovascular y son un buen aporte de hidratos de carbono.

Las castañas, además de asadas, como se pueden comprar ahora, se pueden comercializar también naturales y secas, transformadas en harinas y pastas, y encontrar castañas cocidas en tiendas, supermercados y los lineales de las grandes superficies.

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Presentan forma acorazonada, color marrón y cáscara mate, con un peso mínimo de 7 gramos cada fruto y su pelado es fácil al no presentar tabiques ni hendiduras. El castaño está íntimamente ligado al paisaje, la cultura y la gastronomía berciana. Esta comarca de Castilla-León es la que más castañas produce en España.

En La Rioja, la castaña no está demasiado presente como ingrediente gastronómico, pero hay zonas en la Península donde sí que existe tradición culinaria y la incluyen en cremas y purés con leche, mantequilla, pimienta blanca y vino, para acompañar platos de carnes. En la zona de Galicia y la provincia de León se prepara el caldo o sopa de castañas.

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Bastante conocida es su presencia en elaboraciones dulces. El marrón glacé, o castaña confitada, tiene un alto aporte calórico por lo que su consumo se recomienda en pequeñas cantidades y en ocasiones puntuales. En este caso se bañan las castañas en un almíbar preparado con azúcar, agua, canela en rama y, opcionalmente, con anisetes o brandy.

  1. Una elaboración que se puede hacer en casa sin dificultad alguna

Las castañas que se asan en las calles, se cocinan normalmente en asadores con carbón, pero también se pueden adquirir crudas en el mercado y se pueden asar en la sartén o en el horno, sin dificultad alguna.

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Lo primero que hay que hacer es lavarlas y secarlas bien con un trapo. Se enciende el horno a 180 ºC, mientras se terminan de preparar. Para ello a las castañas se les hace un corte hasta el centro, con ello, se conseguirá pelarlas –al final del proceso– de una forma sencilla, fácil y rápida. Hay quien, incluso, ponen un recipiente con agua, no muy fría, e introducen las castañas ya con el corte y esperar una media hora aproximadamente antes de secarlas y seguir con los siguiente pasos, pero la del agua es una etapa que se puede obviar.

Luego se colocan en la bandeja del horno, con el corte hacia arriba, y se hornean diez minutos por cada lado.

Antes de sacarlas hay que asegurarse de que están bien hechas.

Cuando ya estén listas y tostaditas, se sacan del horno y se colocan sobre un paño grande, tapándolas. Cuando se enfríen un poco y permitan tocarlas, se podrá empezar a pelar las castañas

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Otra opción es asarlas en la sartén, siguiendo el mismo procedimiento. Se les da un corte y se colocan en la base de la sartén caliente. En veinte minutos se habrán cocinado.

Ahora, incluso también se puede utilizar la freidora de aire para hacer lo que antes sólo se hacía en el horno o la sartén.

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