Imagen de archivo del interior del local en la entrada de San Agustín. G.M.

La Casa de los Quesos no podrá ofrecer degustaciones

El establecimiento que regentan Agustín Abadía y su mujer sólo podrá vender productos, pero no podrá servirlos en el propio local

César Álvarez

Logroño

Domingo, 8 de septiembre 2024, 10:13

La calle San Agustín verá cómo uno de sus establecimientos más populares pierde parte de su esencia, si no es que se ve obligado a cerrar. Desde hace 14 años, la Casa de los Quesos ubicada en la esquina de San Agustín con Capitán Gallarza no sólo vende diferentes variedades de quesos sino que también daba la posibilidad de degustarlos acompañados de un vino. Sin embargo, Agustín Abadía y su mujer, Ángeles Galán, recibieron el pasado jueves una notificación del Ayuntamiento de Logroño que les daba tres días hábiles para que cesaran en la actividad de degustación, para la que tenían permiso (y desarrollaban) desde que abrieron el establecimiento.

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El matrimonio se personó rápidamente en las oficinas municipales, acompañados de un abogado, para tratar de solucionar un problema que no entendían, pero la persona que firmaba la notificación estaba de vacaciones y no pudieron avanzar, por lo que, después de consultar a varios juristas, el exfutbolista y su mujer decidieron cerrar el sábado por la tarde, después de haber visto cómo sus clientes de mediodía se veían sorprendidos al acceder al local y ser informados de que no se les podía servir queso, aunque sí podía comprarlo para consumirlo en sus domicilios; aunque la inmensa mayoría no lo hacía.

Al parecer, y según ha podido saber este periódico, el problema puede residir en un cambio de figura jurídica en el establecimiento. Cuando abrió sus puertas, lo hizo como una Sociedad Civil. En ese momento, La Casa de los Quesos obtuvo todos los permisos para ejercer la actividad tanto de tienda como de degustación, y fueron validados por las diferentes instancias municipales, entre ellas Sanidad. Pero un cambio en la ley, hace algo más de tres años, motivó el cambio de Sociedad Civil a Sociedad Limitada y eso implicaba un cambio de licencias y permisos. Ellos, por probable desconocimiento, no lo hicieron y ahora, cuando se encuentran con el problema y tratan de hacerlo se encuentran con que el Ayuntamiento de Logroño ha suspendido la concesión de licencias de bar, que es la que necesitarían para poder seguir con su actividad como degustación.

El contratiempo legal cuestiona seriamente la viabilidad de un negocio (aunque la notificación no obliga al cierre, sino al cese de la actividad de degustación) que es visitado cada fin de semana no sólo por una numerosa y fiel clientela, sino también por muchos turistas que visitan la ciudad. Agustín Abadía y su mujer Ángeles Galán esperaban seguir con el negocio los poco más de tres años que les quedaba para su jubilación, pero ahora esos planes quedan en suspenso hasta que se aclare la situación y, asesorados por el abogado de la Asociación La Laurel, decidan presentar alegaciones, un recurso o lo que sea necesario… entre tanto, ellos argumentan que desde hace 14 años siguen desarrollando la misma actividad –y en el mismo epígrafe del IAE- aunque, por motivos legales, la figura jurídica de la empresa sea diferente.

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