La Arrancadilla estrena menú

La Arrancadilla está de estreno, pero a partir de ahora lo estará prácticamente cada fin de semana. El restaurante logroñés (calle Juan II, 14) lleva ya bastante tiempo sirviendo un menú degustación en el que Sergio Jimeno hace una interpretación personal de algunas elaboraciones –con frecuencia inspiradas en la cocina internacional– pero a partir de materias primas muy locales, de kilómetro 0 siempre que es posible.

A partir de ahora, el restaurante mantendrá la filosofía de su tradicional menú degustación en el nuevo (que consta de seis pases: un aperitivo, dos entrantes, pescado, carne y postre), pero los comensales que acudan dos fines de semana seguidos –solo se sirve viernes noche, sábado todo el día y domingo a mediodía, y los festivos– tienen muchas posibilidades de no repetir los mismos platos porque será el mercado el que marque la composición de ese menú degustación, que mantendrá siempre su precio de 35 euros.

Sergio Jimeno, el cocinero que pone su firma al menú y dirige los fogones de La Arrancadilla, tiene claro que quiere «aprovechar el producto de temporada, para conseguir la máxima calidad, y si es la época de un producto, pero no he encontrado ese día ninguno lo suficientemente bueno, pues no estará ese día en el menú. Al no ser una carta cerrada, tengo más libertad para elegir sólo lo mejor de cada momento, sin ataduras». De esta forma, será el propio mercado –en buena parte– el que diseñe el menú del que disfrutarán los comensales en el restaurante logroñés.

El nuevo menú degustación –como ocurría con el anterior, que cambiaba cada dos o tres meses– está orientado a que el comensal no se aburra y que, si es posible, incluso interactúe con el camarero. «Habrá platos que se acaben en el momento del emplatado, bien porque el camarero intervendrá con el soplete o porque se desmenuzará en la propia mesa».

Además, Sergio y su equipo siempre están dispuestos a colaborar con el cliente y atender cualquier circunstancia personal, por eso «si lo desean, nosotros podemos maridarles el menú degustación con diferentes vinos según sus gustos» y de igual forma, no sólo tienen en cuenta cualquier tipo de alergia o intolerancia, sino que también existe la opción de cambiar los platos de carne por otros vegetarianos porque «es algo que ocurre cada vez con mayor frecuencia», apunta, eso sí, avisando en el momento de hacer la reserva para poder disponer siempre de una alternativa.