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Tiempo de preparación
30-40 minutos
Comensales
4
Categorías
Verduras
1 manojo grande de acelgas, 3 patatas, 1 ajo, aceite de oliva, sal, pimentón de la Vera dulce.
Se empieza por pelar a conciencia las pencas de acelga y reservar en agua con perejil para evitar la oxidación. A continuación hay que lavar las hojas verdes y picar finas. En abundante agua con sal, se ponen a cocer las pencas cortadas en trozos de bocado durante 15-20 minutos y refrescar en agua fría. Una vez cocidas las pencas, se cuecen las hojas durante 3 o 4 minutos y refrescar. El siguiente paso es cocer las patatas enteras con piel hasta que estén tiernas. Se pueden machacar con un tenedor, añadir sal al gusto, pimentón y aceite de oliva. En una sartén con aceite, se pone a dorar un ajo laminado,se añaden las acelgas y rehogan ligeramente. Se dispone una base de la patata rota y sobre ésta se coloca la acelga rehogada.
Las acelgas son un tipo de verdura que tiene cierto sabor a tierra, como ocurre con otras verduras de hoja como la lechuga, la remolacha ... o las espinacas.
Se puede comer tanto la parte de la hoja como el tallo o penca y esto nos da mucha más versatilidad en la cocina, ya que se puede realizar recetas con una parte del vegetal, otra o las dos.
Tiene muy bajo aporte calórico, apenas 20kcal por 100g de peso, lo que la hace totalmente recomendable para dietas hipocalóricas.
Son ricas en fibra, que ayuda también a controlar el peso corporal (por su efecto saciante y su calidad nutricional) además de favorecer el tránsito intestinal.
A pesar de ser un alimento con muy bajo contenido calórico, sin grasa, con una pequeña cantidad de proteínas y mayor proporción de hidratos sin ser algo destacable, sí son interesantes por su concentración de micronutrientes como vitaminas y minerales.
Son ricas en vitamina A, B, C, E y K, y sus minerales más destacados son el calcio, sodio y potasio.
Si consumimos las acelgas crudas, por ejemplo en ensalada, obtendremos mayor cantidad de vitamina C y en las hojas, además, podemos encontrar una mayor cantidad de vitaminas en las hojas externas, sobre todo de betacarotenos, unas sustancias que nos aportan gran cantidad de vitamina A; así que es recomendable no desecharlas.
A pesar de que las acelgas son excelentes verduras y deben estar incluidas en una dieta saludable, contienen ciertas sustancias denominadas oxalatos, que pueden tener impacto negativo en la salud, y es que estos oxalatos pueden formar junto al calcio, cálculos y cristales en el riñón. No hay que temer su consumo sino simplemente tenerlo en cuenta en caso de padecer cálculos renales y si se padece alguna patología, preferiblemente hervir la verdura antes de comerla.
Otra precaución importante a tener en cuenta es con los bebés y niños pequeños. Las acelgas contienen nitratos, que a su vez se transforman en nitritos en el organismo, sobre todo en los más pequeños, y esto puede generar peligro para su salud, ya que afecta al transporte de oxígeno en la sangre. No hay que alarmarse pero sí considerar las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) y limitar su consumo en menores de 3 años.
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