Los mejores juegos de cartas para la playa y la piscina

Si los clásicos han llegado a ser clásicos es porque funcionan, y después de tantos años de ensayo y error los españoles no hemos encontrado nada mejor para matar el tiempo entre bocado y bañito (aunque ya sabemos que lo de la digestión tiene mucho de leyenda urbana) que jugar a las cartas sobre la toalla. Del mus, la brisca y el cinquillo no os vamos a hablar en este artículo porque merecerían toda una enciclopedia en exclusiva, pero sí de otros juegos de cartas a los que deberíais dar una oportunidad, para cambiar un poquito de aires.

Dicen que vivimos en la época dorada de los juegos de mesa. Y es una verdad como un templo: nunca antes se habían publicado tantos títulos como en estos últimos diez años. Dentro de este mundillo, los juegos de carta constituyen una categoría fundamental. Son los llamados fillers o juegos de relleno, ideales para partidas rápidas que despejen la mente entre hobbies más sesudos… o, como os comentaba, para picarnos con los amigos en la playa o en la piscina hasta perder la noción del tiempo, que es lo que acostumbra a pasar en estos casos. Habla la voz de la experiencia.

Seguro que casi todos vosotros ya conocéis juegos de cartas míticos como UNO o Jungle Speed, que a estas alturas de la película se han ganado a pulso un puesto de honor entre los imprescindibles del verano. Pero existen muchos más que están ahí, al acecho en vuestras tiendas de confianza, esperando a encontrar un grupo de jugadores a los que hacer un poquito más llevaderas las olas de calor que nos aguardan.

No perdáis detalle de la selección de juegos de cartas para la playa y la piscina que hemos preparado para la temporada estival 2023. ¡Seguro que encontráis al menos uno que no dejaréis de recomendar a todos vuestros familiares y amigos!

Empezamos con un título de la editorial Edge que, pese a no ser muy conocido en España, os puedo garantizar que engancha como pocos. Cinco Pepinos funciona en base a una mecánica clásica de bazas, en la que cada ronda la gana la carta más alta. Sin embargo, la gracia está en que al llegar la séptima y última ronda se invierten las reglas, y la carta más baja pasa a ser la ganadora, por lo que los jugadores deben gestionar su mano con astucia para quedarse al final con los números más bajos. El juego consta de 60 cartas, 30 tokens de madera con forma de pepinos y un sencillo reglamento.

Ya habíamos hablado de este clásico entre los clásicos en la introducción, pero esta versión que tienes aquí es algo diferente. La edición UNO H2O está especialmente pensada para jugar en la playa y en la piscina… ¡literalmente! Las cartas están hechas de plástico impermeable, de manera que podrás usarlas incluso bajo el agua sin temor a que se estropeen. Cada naipe, además, cuenta con una perforación en la parte superior e inferior, para que podáis sostenerlas con facilidad si tenéis los dedos mojados y, también, para guardar el mazo con un práctico mosquetón de plástico y evitar que se pierdan.

Dobble es un juego de cartas infantil (para niños a partir de 6 años) que se basa en la percepción visual y en la rapidez de reflejos. La mecánica es muy sencilla: gana el jugador que antes sea capaz de encontrar el dibujo que se repita en las cartas. Cada ronda introduce nuevas reglas para hacer el juego más interesante, aunque cada grupo de jugadores puede adaptar Dobble a su estilo para crear un juego diferente en cada sesión. Las partidas suelen durar menos de 10 minutos, por lo que es casi imposible echar sólo una.

Vamos ahora con uno de los juegos de cartas made in Spain que ha cosechado más éxitos en los últimos años, en especial a raíz de la pandemia. Virus está pensado para jugar en pareja y tiene un planteamiento bastante curioso. Las cartas de cada jugador representan órganos expuestos a diversas infecciones, de manera que el objetivo consiste en encontrar las vacunas adecuadas para acabar con todas las enfermedades. Se trata de un juego típico de fastidiar al adversario con cartas penalizadoras, de manera que el pique está más que asegurado.

Como en otros muchos juegos de carta, en Polilla Tramposa el objetivo es ser el primero en vaciar la mano. Ahora bien… como el propio título indica, lo que diferencia a este juego de sus primos hermanos es que aquí las trampas sí que están permitidas. Tendremos que tirar de ingenio, habilidad y poca vergüenza para engañar al resto de jugadores y librarnos de cuantas más cartas mejor. Está diseñado para grupos de entre 3 y 5 jugadores a partir de 7 años, aunque ya os digo que los adultos pueden darle un toque muy particular a su set de reglas.

Como en el caso del UNO HD2, el clásico Jungle Speed del que también os hablaba al principio tiene disponible una versión para el verano: Jungle Speed Beach. Aquí también tenemos cartas hechas de plástico resistente al agua, de formato cuadrado y de gran tamaño, para que los símbolos sean fácilmente visibles. Asimismo, el token central está hecho de goma en lugar de madera… ¡por si tenéis que ir a buscarlo al fondo de la piscina después de cada duelo!

«Se hace de noche en la aldea de Castronegro…» Seguro que estas palabras os resultan familiares a más de uno, pues con ellas empiezan las rondas de este mítico Hombres Lobo de Castronegro: el juego de cartas con el que millones de personas han descubierto la divertida mecánica de los roles ocultos. Los jugadores que interpretan el papel de aldeanos tendrán que usar todo su ingenio y capacidad deductiva para encontrar a los licántropos infiltrados antes de que las bestias acaben con todo el pueblo. Si sois un grupo numeroso y queréis reír de lo lindo, este juego es la clave del verano.