Secciones
Servicios
Destacamos
Cuando llegó Lillie hubo que ponerle su sombrero. Era el verano del 2007. Hizo falta una grúa y aún así tardaron un par de horas en ajustar las dos piezas. Dos toneladas de madera no encajan tan fácilmente. Desde su inauguración hace doce años, ... el Museo Würth La Rioja está presidido por esa gran cabeza de mujer, obra de Manolo Valdés, pero en todo este tiempo no ha dejado de reinventarse en cada exposición cumpliendo el objetivo que ya entonces expresaba Silvia Lindner, su actual directora: «ser un museo vivo».
Y lo es más que nunca en los días de gran actividad que preceden a toda nueva muestra. Quienes trabajan en él, quienes lo habitan, llevan semanas volcados en el montaje de 'Arte español', una gran selección de finales del siglo XX y comienzos del XXI a partir de pintura, escultura y fotografía de 26 artistas españoles de la Colección Würth que será presentada este sábado.
La instalación de las más de cien obras de arte que la integran ha requerido gran esfuerzo y extremo cuidado en su transporte, manejo y colocación. Son jornadas intensas en el museo: mucha responsabilidad y también una enorme pasión entre profesionales que aman el arte por encima de todo. Como afirma Carmen Palacios, coordinadora cultural, «la producción de esta exposición ha sido casi como reinaugurar el museo».
Seguramente ninguna pieza haya sido tan complicada de montar como en su día lo fue 'Lillie', tan integrada en la propia exposición que su ojo izquierdo es imagen del cartel. Pero no hay nada sencillo cuando tienes entre manos objetos únicos de gran valor artístico y monetario. Y, sin embargo, se notan las ganas de enfundarse los guantes y poner manos a la obra: «A todos nos gusta el barro e involucrarnos», confiesa Lindner.
Empezando por la directora, todo el personal se pone con entusiasmo a las órdenes del comisario Kosme de Barañano, uno de los mejores conocedores de la colección y del propio museo. Él fue el encargado de comisariar la exposición 'Arte español en el fin de siglo' realizada en 1999 en el Museum Würth de Künzelsau (Alemania) y él es también responsable de esta secuela veinte años después en el Würth riojano.
El centenar de obras previamente seleccionadas por Barañano han ido llegando en las semanas previas desde diversas ciudades de España (Madrid, Barcelona, Valencia, Gerona, Guadalajara y Denia) y de Europa (Francia, Suiza y Alemania). Pertenecen a las colecciones Würth y Würth España y hay también préstamos de los propios artistas y de coleccionistas privados.
Desde su lugar de origen, camiones especializados en transporte de arte, con blindaje y suspensión hidráulica anti-impactos, han hecho cuatro rutas por la península y el continente con destino a Agoncillo. Además de un seguro particular propio de Würth, las obras suelen viajar con seguros 'de clavo a clavo', con cobertura legal del primer al último momento. Y también el embalaje de cada una es un auténtico traje a medida.
Su responsable durante el transporte es Jürgen Holstein, restaurador de la Colección Würth, que ha viajado como 'correo' desde Alemania para verificar el estado de cada pieza antes, durante y después del proceso. Una vez en el museo las analiza minuciosamente junto a la conservadora local Laura Peña y levanta el informe correspondiente. «Lo normal -dicen- es que no haya incidencias y que todo esté correcto».
El diseño de la muestra ha sido previamente realizado por el comisario y plasmado en un plano 3D del museo. Un equipo de montaje se encarga de llevarlo a efecto. «No son salas fáciles para una exposición así ni piezas sencillas de manejar -comenta Barañano-, pero aquí hay grandes profesionales».
Noticia Relacionada
Es el momento de José Fernández, coordinador y responsable de montajes. A su alrededor, listas para echar una mano, la propia Silvia, Carmen, Laura, Iratxe Galíndez, la coordinadora de comunicación, y Paula Cruz, que organiza la inauguración con los artistas. A pesar de tener funciones específicas muy diferentes, todas están «deseando participar». Incluso Jürgen se suma a las tareas manuales. También Josu, Eduardo, Iban y César, los operarios de Onartu, empresa de manipulación de obras de arte que colabora con el museo.
Hay piezas pesadas y de gran tamaño que ha habido que colocar con ayuda mecánica, pero la mayor parte del trabajo se realiza a mano. Es el punto más crítico, pero todo el mundo sabe lo que se hace.
Así le llega el turno a un gran cuadro que Manolo Valdés realizó en Nueva York y viene de Madrid. Jose, provisto de herramientas y accesorios marca de la casa, desatornilla la enorme caja de madera mientras seis personas la sujetan en pie. A la de tres, entre todos pasan el cuadro al suelo sobre bumpers de poliespán. Pesa unos doscientos kilos; Valdés no trabaja cosas ligeras. Luego, arriba otra vez y a la pared con un durmiente en la base para que las hembrillas sobre pladur no tengan que soportar todo el peso. Jerga de instalador.
En cuestión de minutos, sin un mal golpe, ya está hecho: es 'Pamela' la que luce al fin junto a 'Lillie'.
Antes de continuar, todos sonríen felices por el encuentro entre las dos hermanas. Como en familia. Como un hogar habitado no solo de arte.
Arte español: A partir de la Colección Würth
Museo Würth La Rioja: 30/11/2019 - 18/10/2020
26 artistas: más de un centenar de obras de pintura, escultura y fotografía
Comisario: Kosme de Barañano
Inauguración: sábado 30 de noviembre a las 20 h.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.