Un verano de gota gorda y trazo fresco

En el verano de 2018, poco antes de viajar a Logroño para disfrutar de sus vacaciones, a Pedro Espinosa le robaron la cartera en Barcelona, ciudad donde reside. Tras un calvario de trámites vivido a tórridas temperaturas, decidió liberarse del incidente trasladándolo a una tira gráfica que publicó sin pretensión alguna en su página de Facebook, donde le llovieron los 'me gusta' y los comentarios. Decidió entonces continuar creando nuevas viñetas a modo de diario estival, en las que reunió anécdotas en su ciudad natal con amigos y conocidos, recuperó recuerdos, sueños acalorados, apuntes de actualidad y aportó alguna pincelada crítica.

Aquellas tiras, realizadas en blanco y negro y sin guion ni boceto previos, acaban de ver la luz en el cómic 'Diario del dibujante sudoroso' (Amaníaco Ediciones), título que evidencia el carácter autobiográfico de este trabajo y la climatología reinante durante su creación. El próximo jueves, día 17, Pedro Espinosa presenta su nueva obra en la Biblioteca Almudena Grandes (19.00 horas), donde le acompañará el editor del libro, Jordi Coll.

«Lo que me ocurría cada día de aquel agosto de 2018 en Logroño lo dibujaba por la noche», explica el autor, a quien en este cómic le vemos de confidencias con colegas como José María Lema, de vinos y risas por la Laurel con amigas como Ana y Teresa, de compras en la pescadería del barrio, dándose un chapuzón en una piscina vecinal, estrenándose en un spa urbano, quitando el gotelé de la entrada de casa... o cantando ese 'No puedo vivir sin ti' de Coque Malla que alcanzó categoría de himno en el desaparecido bar Maltés.

¿Pudor por tanto protagonismo? «Da un poquito, pero está muy de moda el tema autobiográfico en la onda de Robert Crumb y Matt Groening. Aquí saco un poco mi lado exhibicionista, pero hice este cómic sin pretensión, con inocencia; tiene un puntito underground», dice.

En este sofocante relato estival Espinosa intercala viñetas sobre conocidos personajes riojanos, como Ramón Irigoyen, Javier Cámara, Rafael Azcona, Pepe Viyuela, Merche Ochoa o Simón Elías, pronunciando frases lapidarias. También introduce capítulos de ficción a través de un sueño en el que se convierte en superhéroe, junto al León Dormido, frente a una invasión alienígena en Logroño que acaba con éxito, y con el Sitio del Siluro. «Eso fue una pequeña ida de olla –reconoce– que surgió sin más y me hizo gracia. Cuando llego a Logroño en tren o en autobús y veo el León Dormido me entra buen rollo, y en este sueño el león despierta y me ayuda».

Aunque cada vez que regresa a casa también le aflige la desaparición de ciertos edificios como su colegio de los Maristas en el centro de la ciudad o la antigua estación de tren, ausencias que introduce en sus dibujos en clave de denuncia.

Las 140 páginas del 'Diario del dibujante sudoroso' se cierran con los comentarios que sus tiras suscitaron en Facebook. «Hubo bastantes respuestas y eso me animaba a seguir, algunos comentarios incluso me proponían ideas. Fue como estar haciendo un bestseller, porque sientes que tienes público y lectores pero con interacción directa, que es lo que te dan las redes sociales».

Sus dibujos en blanco y negro responden a una razón tan prosaica como la economía de medios, «lo mismo que el estilo, que es muy dejado, fresco y directo», apunta el autor. El humor también rubrica este cómic, del mismo modo que lo hizo en sus colaboraciones con El Jueves o sus tiras cómicas en La Vanguardia.

Este verano, Pedro Espinosa se ha vuelto a calentar (literal y figuradamente) y ha retomado un nuevo 'Diario del dibujante sudoroso' (se puede seguir en su FB e Instagram) que subtitula '¡Ola de calor!' y que también arranca con un sofocante incidente. «Me quedé sin tren para viajar a Logroño y nos quedamos colgados dos horas en la carretera, a 37 grados y con un incendio en Collbató (Manresa). Fue la primera vez que utilicé el BlaBlaCar».

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