Grabado de la Virgen de Valvanera, de mediados del siglo XVIII, incluido en el primero de los dos volúmenes de documentación que conserva la parroquia madrileña de San Ginés. SAN GINÉS

Valvanera protege a los riojanos en Madrid desde 1723

La parroquia capitalina de San Ginés conserva la documentación de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de Valvanera de Naturales y Oriundos de la Provincia de La Rioja

Domingo, 3 de abril 2022

Siempre que el Centro Riojano de Madrid celebra algún acto religioso, con motivo de alguna fiesta patronal, suele llevarlo a cabo en la parroquia de San Ginés, no muy alejada de su espléndida sede de la calle Serrano. De hecho, la imagen de la patrona ... de La Rioja ocupa un lugar destacado en la cabecera del templo, un altar presidido por la talla de la Virgen de Valvanera, atribuida a Pedro Alonso de los Ríos y colocada por la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de Valvanera de Naturales y Oriundos de la Provincia de La Rioja.

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Cuenta la tradición que, en el último tercio del siglo IX, un bandido de nombre Nuño Oñez, que vivía en la sierra de la Demanda, quedó muy conmovido por el fervor con que rezaba a la Virgen una de las víctimas a la que estaba robando. Arrepentido, se retiró Nuño a una gruta para hacer penitencia, donde un ángel le invitó a buscar la imagen de la Virgen en el bosque. El hasta entonces ladrón, halló la figura dentro un roble, sentada con el Niño y rodeada de abejas laboriosas. Pronto creció la devoción mariana en la comarca, fervor que fue extendiéndose por La Rioja, por España y, tras el descubrimiento, también por América.

Muchos siglos más tarde, a medida que la emigración riojana en Madrid iba creciendo, ilustres paisanos –y no tan ilustres– fundaron una asociación que los aglutinó en torno a la Virgen de Valvanera. La primera reunión tuvo lugar el 21 de febrero de 1723 –el año que viene cumplirá tres siglos de vida– en la iglesia de San Martín de Tours, cercana a la actual Gran Vía; el 3 de julio fueron aprobados sus estatutos, y el 11 de agosto se pusieron bajo la protección del rey Felipe V, según las investigaciones realizadas por la doctora María Belén Basanta Reyes.

El Marqués de la Ensenada fue hermano mayor de la cofradía durante 37 años

No obstante, «hay noticias seguras de que mucho antes de 1723 ya existía una capilla dedicada a esta Virgen de Valvanera en la parroquia de San Martín, creyéndose que la devoción hacia esta imagen fue traída a Madrid por fray Sebastián de Villoslada (también llamado fray Sebastián de Nájera), monje benedictino confesor de Felipe II, profeso en el monasterio riojano de Nuestra Señora de Valvanera, siendo el primer abad del de San Martín de Madrid, conventos que a lo largo de su historia mantuvieron estrechos lazos, encontrando con mucha frecuencia en este último personajes oriundos o relacionados con La Rioja», argumenta la doctora en Historia Paloma Sánchez Portillo.

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Las congregaciones de naturales, no solo de La Rioja sino, también, de otras regiones tanto de la metrópoli como de América, tuvieron una enorme importancia en la corte madrileña en el siglo XVIII, donde acudían personas de todos los rincones de la península y colonias de ultramar. Además de las funciones habituales de las hermandades, desde un punto de vista religioso o de celebraciones festivas, las congregaciones facilitaban a los emigrantes un nexo con su tierra natal, a la vez que generaban entre ellos vínculos personales y profesionales. Por tanto, venían a representar un conjunto de intereses y de puntos de vista comunes entre los propios paisanos.

Ensenada, hermano mayor

Prosiguiendo con el paso de las décadas centrales del siglo XVIII, tras su fundación, «la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de Valvanera fue elevada al rango de Archicofradía por el papa Benedicto XIV, el 16 de Julio de 1742. Tres años después el Marqués de la Ensenada (por aquel entonces, secretario de Hacienda de Fernando VI) fue elegido hermano mayor, cargo que ostentó durante 37 años. Donación suya fueron las riquísimas colgaduras de damasco con que se engalanaba el templo los días de la Novena de la Virgen de Valvanera», explica Basanta Reyes.

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El estallido de la Guerra de la Independencia conllevó que el templo de San Martín fuera derribado por José Bonaparte en 1809, y la parroquia se trasladó de forma provisional a la de San Basilio, en la calle del Desengaño, donde permaneció hasta 1817, año en que volvió a la nueva iglesia erigida en el mismo lugar.

Arriba, grabado de la fachada de la iglesia de San Ginés, en la calle del Arenal de Madrid. Obra de Fernando Miranda, publicada por 'La Ilustración Española y Americana'. Abajo, actas de juntas de la Real e Ilustre Congregación de Nuestra Señora de Valvanera de Naturales y Oriundos de la Provincia de La Rioja.

Fue ya en mayo de 1822 cuando la Virgen y la Congregación encontraron su acomodo definitivo en el templo de San Ginés. Tras numerosas donaciones de riojanos pudientes, como José de la Cámara o el Marqués de la Ensenada, por fin la Virgen de Valvanera y el Niño pudieron presidir el altar, flanqueados a derecha e izquierda por las figuras de Santo Domingo de la Calzada y Santo Domingo de Silos, respectivamente. También otros riojanos conocidos en los círculos capitalinos fueron congregantes, como el pintor de Haro Francisco Zorrilla y Luna, el banquero Policarpo Sáez de Tejada o la Marquesa de la Hinojosa, entre otros muchos.

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Archivo documental incompleto

Por desgracia, parte del archivo se perdió. Argumenta la doctora Basanta que «los cofrades conservaban a finales del siglo XIX todos los documentos relativos a su traslado a San Ginés» y, además, poseían un libro que extractaba las actas de las juntas más importantes de los tres libros de acuerdos, conservados hoy, y un cuarto libro de actas de juntas generales, desde 1860 a 1895, actualmente extraviado.

En cuanto a las actividades de la Congregación a lo largo del siglo XIX, sus miembros seguían rindiendo culto a la Virgen, a la que dedicaban una novena en la segunda quincena de octubre, celebraban las fiestas a los dos santos que acompañaban a la patrona, así como una docena de misas en el altar por el alma de cada congregante difunto.

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Hoy en día la Congregación e Nuestra Señora de Valvanera de Naturales y Oriundos de la Provincia de La Rioja tiene más un carácter histórico, religioso y cultural, pues el Centro Riojano de Madrid cubre buena parte de las iniciativas que empujaron su fundación hace casi tres siglos. De hecho, los actos religiosos del Centro continúan celebrándose en la parroquia de San Ginés.

El IER, interesado en la digitalización de los documentos

La parroquia de San Ginés de Arlés es uno de los templos más antiguos de la capital de España, pues se han hallado referencias documentales del siglo IX de la iglesia situada en la calle Arenal. En ella fue bautizado Francisco de Quevedo y contrajo uno de sus muchos matrimonios Lope de Vega. La primitiva construcción es de estilo mudéjar, de la que permanece como símbolo el campanario, mientras que la estructura actual corresponde a la reforma de 1645. Un incendio provocó la destrucción de la cúpula y los cubrimientos de las tres naves que se renovaron en el siglo XVIII, y el templo ha sufrido otros incendios en los dos últimos siglos.

Fuentes del Instituto de Estudios Riojanos (IER) han confirmado a este periódico que la entidad está interesada en digitalizar los documentos que todavía quedan en los tres libros que componen el archivo –el cuarto, desapareció hace ya muchas décadas– para guardar un acervo histórico y cultural de gran interés para la región. La idea del IER no pasa, ni mucho menos, por recuperar físicamente los tomos, pues su sitio está en San Ginés, pero sí tener copia digital de los mismos. Sin duda, la protección durante trescientos años de los naturales y oriundos de La Rioja en la capital de España bajo el manto de la Virgen de Valvanera bien un exhaustivo estudio o una tesis doctoral.

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