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«Va a ser muy emocionante, para mí demasiado, y seguramente me veréis llorar». Diego M. Continente nos pronostica lo que este viernes vivirá, por última vez, con el grupo Messura tras una andadura de siete años junto a David Burgui (guitarra), Germán Ruiz-Alejos (bajo) y David Arandía (batería). El de mañana en El Espolón logroñés será su último concierto, una despedida que coincide con el estreno de la nueva marca de ciudad de Logroño. La banda navarro-riojana compartirá escenario con Vuelo 505 a partir de las 21.30 horas.
En Diego, voz y guitarra de Messura, la emoción convive en estos momentos con el alivio. «Necesito salir del foco y de los escenarios, para mí ha sido muy intenso todo esto, me sobrepasa», reconoce el líder del más importante grupo de rock riojano de los últimos años, mientras que el resto de compañeros continuarán con sus respectivos proyectos. Sobre su aventura en común solo tiene buenas palabras. «Estamos superagradecidos, sorprendidos, hemos crecido muchísimo profesionalmente y como personas, y nos hemos sentido siempre muy queridos y acompañados tanto por los medios como por el público y por otros músicos. Ha sido muy potente todo».
En estos últimos siete años, Messura ha concebido dos deliciosas criaturas musicales –'Animal' (2019) y 'Frágil' (2023), esta última marcada por la pandemia– además de su EP de presentación 'Otoño XVII' (2017). Ha participado en numerosos festivales (Actual, Fardelej, Arenafest, Esférica...); ha girado por salas (El Sol de Madrid o Azkena de Bilbao) y escenarios riojanos y nacionales; se le ha visto en La 2 de TVE ('Un país para escucharlo') y en los Conciertos de Radio 3. Sin embargo, el confinamiento y las restricciones derivadas de la pandemia interfirieron en la trayectoria del grupo en el momento de su proyección nacional.
De todo lo vivido, el líder de la banda no duda en quedarse con las personas. «Desde las más cercanas, que han sido muchas, hasta relaciones que empezaron siendo profesionales y han acabado en una amistad real. Siempre digo que lo mejor de la música son las personas».
¿Un concierto grabado a fuego? «Para mí el primero en abierto, que dimos en el Revellín inaugurando el MUWI 2018, fue muy potente. Y luego los conciertos de Radio 3 porque me he criado en el pueblo viéndolos de madrugada, y cuando entré en el plató de RTVE con la funda de la guitarra en la mano sentí escalofríos. O incluso el primero que hicimos para 70 personas en la sala Biribay (hoy Fundición) y dejamos a 80 personas fuera, cuando nadie nos había visto tocar hasta entonces. Ha habido también conciertos con Kiko Veneno y Ariel Roth o con El Drogas, pero yo me quedo con los que tenía a mi gente abajo del escenario».
Proponemos a Diego fantasear con un futuro Messura surgido de entre las filas de alumnos de su escuela, Amadeus Aula Creativa. «Ahí es donde tengo ahora mi foco creativo y emocional. Llevamos nueve años de proyecto educativo y ahora vemos resultados y está siendo muy bonito. Antes decía que Messura me llenaba el alma y ahora digo que mis chavales me llenan el alma, me encanta verlos crecer musical y personalmente y estar acompañándoles en ese aprendizaje. Y ahí es donde me quiero centrar, no quiero escenarios, quiero que los escenarios los tengan otros y yo pasar a un segundo plano. Quiero un perfil bajo, lo más bajo posible».
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