Uderzo, más allá de Astérix

Uderzo tenía un gran talento para la pintura, como muestran los dibujos de animales que hizo con siete años, sus ilustraciones de cuentos y sus primeros cómics. Su carrera profesional comenzó en una agencia de prensa de los Campos Elíseos, donde hacía tanto ilustraciones para revistas como historietas cómicas. En sus inicios compaginó las historietas realistas y el cómic de humor. También fue dibujante de prensa. En el semanario sensacionalista 'France-Dimanche' ilustraba los sucesos cuando no había fotos, y pintó con tanto detalle los métodos del ladrón de guante blanco Paul Dellapina que el Ministerio de Información le llegó a acusar de incitación al robo. Él y el semanario fueron condenados a pagar una multa de 6.000 francos.

En 1951, conoció a Goscinny, con el que formó un tándem mítico. Él se encargaba de los dibujos, Goscinny del guion. 'Astérix' apareció por primera vez en octubre de 1959 en la revista 'Pilote' antes de ser publicado como libro en 1961. Del primer álbum de los galos que se resisten a la invasión romana se imprimieron 6.000 ejemplares. De 'Astérix gladiador' (1964), 50.000. En 2005, se publicaron 8 millones de '¡El cielo se nos cae encima!'. Fue el último con dibujos y guion de Uderzo antes de que se jubilara y cediera el testigo a Jean-Yves Ferri (guionista) y Didier Conrad (dibujante). En total, se han vendido 385 millones de álbumes de Astérix, traducidos a 116 lenguas y dialectos.

La muerte de Goscinny en 1977 supuso un duro golpe para Uderzo. Muchos son los que auguraban entonces el fin de Astérix tras la desaparición del guionista. El primer álbum de Uderzo en solitario, 'La gran zanja', se publicó en 1980. El ilustrador realizó solo diez en diez años. Pero Uderzo es mucho más allá que Astérix. Con Goscinny, creó series como 'Umpah-pah, el piel roja' y 'Jehan Pistolet, el corsario'. También trabajó, junto al guionista Jean-Michel Charlier, en 'Las aventuras de Michel Tanguy y Laverdure', las historietas de dos pilotos de caza que encandilaron a toda una generación de franceses.

La astérixmanía sigue viva. La portada original de 'La vuelta a Galia' alcanzó en 2017, en una subasta en París, el precio récord de 1,4 millones de euros. El de salida fue de 180.000 euros. «¡Están locos estos coleccionistas!», hubiera dicho Obélix.