Lo de Maruja

Qué fácil parece llevarse a Maruja Torres a Roma a sus 80 años y conseguir confesiones en la intimidad. Qué difícil tiene que ser conseguir ese clima y los momentos de magia. Évole ha perfeccionado su papel de entrevistador invisible, revestido de una falsa candidez que no le impide atreverse a preguntar a la escritora si, en otras circunstancias y otros tiempos, habrían acabado juntos en la cama. La hermosa e inesperada respuesta, destruyendo el personaje, fue que la ternura, el roce y la intimidad permanecen en el recuerdo más que el sexo.

La elaborada posproducción de 'Lo de Évole' convierte cada programa en una pequeña película. Estas minivacaciones en Roma sonaron a Nino Rota, recordaron a Fellini y Nanni Moretti y hasta incluyeron la voz en off de Maruja Torres sobre fotos de la pareja, cuya felicidad no podía ser fingida. La muerte del fotógrafo Juantxu Rodríguez en Panamá, el aborto que pudo pagarse gracias al dinero logrado en el casino de Cannes o sus encontronazos con jefes machistas fueron momentos de una vida repasada con la crudeza y la ironía marca de la casa. Qué suerte la de Évole al haber podido atrapar a una mujer de vuelta ya de todo, con la capacidad de expresar con las palabras justas lo aprendido en 80 años. Una hora memorable de televisión.