Natalia Verbeke: «Nunca me he sentido como un pájaro enjaulado»

-¿Por qué en los últimos años no había hecho televisión y sí teatro?

-Teatro era una asignatura que tenía pendiente desde hace tiempo y que me hacía muchísima ilusión. Necesitaba un proyecto que me enamorara, y que me permitiera hacerlo lo más segura posible. Cuando te presentan la oportunidad, de la mano de Pedro Larrañaga como productor, con Maribel Verdú, Jorge Calvo y Jorge Bosch, y luego, encima, dirigido por (Daniel) Veronese... fue donde me dije a mí misma: 'Esta oportunidad no la puedes perder'. Tenía muchas ganas de hacer teatro, e 'Invencible' era una función de mucho nivel. Mi formación es teatral, así que era un terreno conocido, y luego me quedé embarazada, tuve una niña, y el teatro me permitía estar más tiempo con ella.

-Entonces, ¿por qué decidió participar en 'El nudo'?

-Es un proyecto que me enamoró. Los que me habían llegado antes no lo hicieron, y de este me gustó mucho el personaje. Tenía muchas caras, pasaba de un estado de ánimo a otro superrápido. Era muy atractivo para una actriz. Y también tiene que ver con que ya la niña va a al cole y tengo todo el día para mí, ya me apetecía volver a la televisión.

-¿Qué tiene este proyecto que no tenían los anteriores?

-Sobre todo, eso, el personaje. Es muy rico, tiene muchas aristas, un recorrido muy amplio, muy de picos. Los personajes femeninos en 'El nudo' son muy importantes. No son simplemente un apoyo del masculino. Es una serie en la que el eje central son las mujeres. Se nos daba una identidad muy fuerte, y es una historia que te atrapa desde el primer guión.

-¿También se ha sentido alguna vez como un pájaro enjaulado?

-No, siempre he tenido la suerte de poder tirar para adelante con aquello que quería sin tener la necesidad de hacerlo. Cristina se queda embaraza demasiado joven, tiene que dejar su profesión para cuidar de los niños. Yo ese proceso lo he hecho al revés: primero me he dedicado a mi profesión, y luego he sido madre.

-¿Es esa evolución del personaje lo que suele buscar en una serie?

-Lo primero es el guion. Que la historia me atrape, me desconcierte, me enamore, que me produzca cosas en el estómago. Luego, evidentemente, el personaje. Me tiene que resultar atractivo y, de alguna manera, un reto. Y también importa la gente con la que voy a trabajar. Y en este caso, los actores son maravillosos. Encima, suponía volver a trabajar con un director al que adoro y admiro muchísimo, que es Jordi Frades.

-¿Qué le parece que se haya estrenado en la plataforma de pago del grupo?

-Es la apuesta de Atresmedia, y creo que está muy bien. Es la primera serie en exclusiva para Atresplayer, y creo que es la manera de demostrar la confianza que tienen en el producto.

-¿Sufre con las audiencias?

-Sé que está muy mal decirlo, pero no me preocupan. Yo creo que eso le preocupa más al productor. Obviamente, me interesa que lo vea el mayor número posible de personas, porque es un trabajo que ha costado muchísimo esfuerzo, donde uno lo ha puesto todo y se ha dejado la piel.