Locos por Tangana

Ahora varias cadenas han caído rendidas a sus excesos, a su talento, a una concepción del arte que le mueve a ir más allá de la música o el cine. Suponíamos que había sido complejo levantar aquel show, hacer concurrir a tantos profesionales, lograr una inversión alta para sufragar los aspectos técnicos que demandaba la propuesta. Lo que tal vez no imaginábamos era la magnitud de la «tragedia». Eso es lo que cuenta la serie documental que estrena este lunes Movistar, que ha seguido al artista durante más de cuatro años para relatar cómo se gestó el proyecto, las tensiones que se generaron por las dimensiones que fue tomando y el desgaste que originó entre los promotores.

Lo más interesante es, sin duda, su capacidad para reflejar los entresijos y las miserias de la música en directo en este país y el retrato que hace de Tangana. Nos lo dibuja como un creador ambicioso, entregado e innovador, aunque también plagado de inseguridades y de contrariedades. Es una crónica controlada por él mismo, como la mayoría de las que emiten las plataformas últimamente sobre distintas personalidades, aunque mucho más honesta, al menos en su planteamiento. El madrileño, por cierto, también se sienta este domingo a hablar con Évole para abrir temporada. Ha conquistado los escenarios, ahora va a por las teles.