Se han echado las manos a la cabeza con lo de Broncano en TVE, pero no veo portadas de periódicos ni tertulias de la tele dedicadas al fichaje para la próxima temporada de Pocholo Martínez Bordiú, cuyo oficio está por descubrir, más allá de sus ... excéntricas apariciones televisivas. En la lista de concursantes que la cadena pública ha comunicado para la versión VIP de 'Masterchef' hay otros nombres cuestionables. Como los había en el otro programa culinario del canal, 'Bake off'.

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Alguien debería explicar los criterios de selección en estos formatos. La emisora se agarra a este espacio de cocina como un clavo ardiendo, porque es su único valor seguro en audiencias. Esta semana, sin ir más lejos, duplicará su emisión para hacer frente al nuevo concurso de Arturo Valls en Antena 3 y al 'Factor X' de Telecinco. Son tácticas que usan las privadas y en la que no debería caer la pública. Por supuesto que esta última ha de buscar a la audiencia, pero existen otros criterios por los que debe regirse, que a nadie se le olvide. No es de recibo, por ejemplo, que elimine de la programación una serie como 'Operación Barrio Inglés' tras emitir un único episodio, argumentando que el seguimiento entre los espectadores fue bajo.

Hoy en día existen otros modos de consumo y en cualquier caso las apuestas de ficción tienen que ser a largo plazo y confiando en el boca oreja (en este caso además la producción española logró buenas críticas). Con lo que no se sabe qué pasará es con el 'talent' de baile presentado por Anne Igartiburu. Ha desaparecido de la parrilla. Nadie lo echará de menos, pero espero que este fracaso haga entender que la fórmula de famosos haciendo cosas no siempre funciona. En TVE hay mucho que revisar más allá de Broncano.

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