«Llámame romántico, pero la televisión tiene que cumplir una función social además de entretener»

-La temporada comienza con una sorpresa para su personaje. ¿Cómo le sienta el salto temporal al inspector Santiago Abad?

-Le sienta muy bien. Después de todo lo que sufrió en la primera temporada, Santiago es un personaje muchísimo menos rígido y más humano. En la aparición de su nieta, hace que tenga que asumir una postura en la vida que también tiene que ver con esa responsabilidad en el Grupo 2 de desaparecidos de la Brigada Central.

-¿Tiene este personaje algún parecido a su personalidad?

-Para construir a Santiago, en el fondo pensé en qué persona me gustaría llegar a ser. Es un hombre riguroso y yo creo que lo soy. Es muy defensor de su gente, como es mi caso también. Y tiene esa capacidad de empatizar con las personas que sufren algún tipo de desaparición en su vida, cosa que creo que yo también tengo. Me gustaría parecerme más al Santiago que aparece en esta temporada.

-¿Ha reflexionado sobre qué haría si sufre una desaparición cercana en su vida?

-He pensado muchísimo en estos casos a la hora de preparar el personaje y comenzar a grabar la serie. O cada día que tenía que rodar con una madre ficticia de una persona desaparecida. No tienes nada más que pensar que te ocurriría a ti si tu hijo desapareciera durante cinco minutos. A mí me pasó una vez en la vida, comprándole un chándal a mi hijo, que le perdí la vista y fueron los cinco minutos más horribles que he vivido en mi vida.

-La serie aborda la ansiedad o la falta de acompañamiento en algunos casos a los familiares con personas desaparecidas. ¿Es una asignatura pendiente de las administraciones o de la propia sociedad mejorar en este sentido?

-Cualquier ayuda a este segmento de la sociedad es poca. Gracias a que existe 'SOS Desaparecidos', que dirige Joaquin Amills y Patricia Cabrera, los familiares, los amigos y allegados tienen un punto importante de apoyo. Y también esa experiencia, porque ellos han sufrido casos de desapariciones.

-¿Qué tiene el género procedimental, en este caso policíaco, que tanto le gusta?

-En el fondo llámame romántico si quieres, pero yo creo en una televisión que, además de entretener y ocupar un hueco en el tiempo libre de ocio, cumpla una función social. Las series procedimentales, protagonizadas por policías, bomberos o médicos, ilustran mucho a las personas con las situaciones que se pueden encontrar y con la verdad que hay detrás de los informativos. Se da una noticia sobre una persona que ha desaparecido y es importante conocer, por ejemplo, como es el trabajo de búsqueda; por qué no se puede buscar de noche o qué protocolos se siguen. En este caso, de las tres temporadas de 'Desaparecidos' que hemos hecho, y mira que son equipos distintos, me quedó con el enorme talento que hay en la televisión y con el elenco de amigos que me llevaré para toda la vida.

-La segunda temporada se estrenó en Prime Video y ahora llega en abierto a Telecinco. ¿Es positivo este modelo de emisión para la industria?

-Sinceramente, si te diera cualquier tipo de respuesta, estaría haciendo una cábala. No entiendo absolutamente nada de cómo se llevan ahora los proyectos. Entonces, cuando me di cuenta de que no sabía y de que no podía manejar los tiempos, que tienen una labor técnica que excede a mis conocimientos, decidí que me iba a limitar a rodar una serie cuando se me llamaba para grabarla.

-Le hemos visto apoyar a los sanitarios madrileños en su defensa de la sanidad pública. ¿Por qué decidió respaldarles?

-La sanidad es un derecho constitucional. Creo en la pública porque es la única manera de que todo el mundo tenga acceso y hay que protegerla. Es una joya de nuestro Estado. Apoyo a la sanidad pública con todas las fuerzas. Es un deber de todos manifestarnos por algo que tenemos y no podemos perder.