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J. MORENO
Madrid
Sábado, 14 de mayo 2022, 00:19
Mayo es sinónimo de flores y comuniones, pero también del mayor festival de la canción del mundo. Europa deja esta noche sus diferencias a un lado para unirse en torno a un concurso televisivo en el que prima la música en directo y la hermandad. ... Eurovisión ha logrado traspasar las fronteras del viejo continente, llegando a alcanzar una audiencia potencial de alrededor de 200 millones de espectadores. En total, serán 25 los países que actuarán sobre el escenario de Turín (Italia), en una gala que La 1 de TVE ofrecerá a partir de las 21:00 horas y que contará con Mika, Laura Pausini y Alessandro Cattelan como maestros de ceremonias. La edición de este año recupera prácticamente la normalidad tras más de dos años de pandemia, aunque el coronavirus también ha hecho acto de presencia en la candidatura de Portugal, donde una de las coristas dio positivo en covid y se sometió al correspondiente aislamiento. Sin embargo, Eurovisión también se ha encontrado con un imprevisto técnico en el escenario que, por suerte, no afectará a Chanel. La RAI, la televisión pública italiana encargada de organizar el certamen, apostó por un gran «sol cinético» de pantallas LED que aportaría imágenes en movimiento, luces y pirotecnia durante las actuaciones. Pese a la ambición de la propuesta, un fallo en el sistema obligó a no poder usarlo como estaba previsto. Gran parte de las delegaciones europeas tuvieron que cambiar su puesta en escena preparada durante meses para adaptarse a las circunstancias.
En esta ocasión, para ver a la representante española no habrá que esperar mucho tiempo. Chanel actuará en la posición décima, por detrás de Italia y dos puestos por delante de Ucrania, convertida en favorita tras la invasión rusa. Es el mismo lugar en el que actuó, por ejemplo, el ganador de Eurovisión en 2015, el sueco Mans Zelmerlow. Será el colofón a una candidatura que empezó con mal pie tras el 'Benidorm Fest', pero que ha logrado recuperar la ilusión entre los eurofáns españoles, acostumbrados a los continuos batacazos de TVE en la última década. «No nos hemos visto en otra», repite con insistencia esta comunidad de seguidores del certamen en redes sociales. Se avecina 'Chanelazo', dicen otros.
Las apuestas más optimistas sitúan a la intérprete de 'SloMo' en un quinto lugar. La letra de la canción cuenta con un 35% de palabras en inglés y con una imponente coreografía que hace guiños a los tópicos españoles (la artista sacará un abanico rojo en mitad de la actuación). Irá vestida por el diseñador Palomo Spain, con un look de inspiración taurina. Portará un mono negro y una chaquetilla de cuero con más de 50.000 cristales de 'swarovsky', que lucirá con esmero durante el popular 'dance break', uno de los momentos más destacados de la actuación de la artista catalana de origen cubano.
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j. moreno
La ilusión por el buen puesto también se ha trasladado a TVE. Desde la cadena pública no esconden su emoción por la candidatura y auguran un resultado de audiencia espectacular en un momento en el que La 1 no es capaz de reunir a grandes masas con sus programas y series, a excepción de la emisión de eventos deportivos o 'MasterChef'.
El interés por Eurovisión 2022 llevó incluso a la corporación a trasladar las dos semifinales del festival de La 2 al primer canal, trastocando la sagrada hora del inicio del 'Telediario' de la noche y con éxito de seguimiento. La segunda gala eliminatoria, emitida este jueves, consiguió duplicar el número de espectadores respecto a la edición anterior, con un 11% de cuota y casi 1,5 millones de fieles. Fue líder entre la población menor de 44 años.
Los más sabios coinciden en que no hay un ganador claro y que todo está abierto en Eurovisión 2022. El resultado final se decidirá con un sistema de votación en el que el 50% de los votos lo decidirá el jurado profesional de cada país y el otro 50% el conocido como 'televoto'. En España será la modelo Nieves Álvarez la encargada de comunicar el veredicto de TVE.
Más de 1.200 euros por una entrada. Eurovisión volvió al cien por cien de su aforo tras la edición anterior limitada por las restricciones de la pandemia. Sin embargo, las semifinales del concurso dejaron entrever asientos vacíos por lo que muchos consideraron que los precios de las entradas eran desorbitados. A finales de abril, la Unión Europea de Radiodifusión (UER) las puso a la venta para que el público pudiera acceder al recinto y seguir en directo el festival en Turín. En aquel momento, la horquilla oscilaba entre 350 euros (la más cara) y 150 euros para la zona de visibilidad reducida, unos precios que se dispararon por encima de los 1.200 euros en la semana grande del certamen europeo. Asimismo, RTVE desglosó esta semana el dinero que invertía en la candidatura de Chanel, incluida la promoción, los viajes y las dietas. Según el Portal de Transparencia de la corporación, el presupuesto total asciende a 637.984,18 euros, 20.000 euros más de lo que se gastó para Blas Cantó el año pasado. El año pasado, más de 4 millones de espectadores y un 29,4% de 'share' siguieron la final, coronándose como el espacio no deportivo más visto del año.
Las apuestas, eso sí, dan la victoria a la Orquesta Kalush, que representa a Ucrania con una mezcla de rap y música folk. Los integrantes de este grupo se podrían beneficiar del conocido como 'voto de la emoción' por la situación que vive el país tras la invasión rusa. Sin embargo, la historia del festival también nos dice que un conflicto bélico no es suficiente para alzarse con la primera posición. En 1993, el cantautor Muhamed Fazlagic quedó en decimosexto lugar representando a Bosnia mientras estaba inmersa en una guerra.
La sorpresa de la noche puede recaer además en un país que ya no pertenece a la UE. Se trata de Reino Unido que, al igual que España, ha quedado en la cola en las últimas ediciones de Eurovisión. Para la cita de este año apuesta por la canción 'Space Man' interpretada por Sam Ryder, un talento emergente que se dio a conocer durante la pandemia en 'Tik Tok' y que captó la atención de artistas como Justin Bieber o Alicia Keys. Italia, el país anfitrión, también entra en las quinielas para alzarse con la victoria con Mahmood y Blanco, que con su tema 'Brividi' encandilaron al público en el Festival de San Remo. En el caso de Mahmood ya es una cara conocida en Eurovisión, porque actuó en 2019 con 'Soldi', logrando una segunda posición. Por su parte, Cornelia Jakobs, la representante de Suecia, con la balada pop orquestal 'Hold Me Closer' promete ser una de las actuaciones más emocionantes de la noche.
Y por si Chanel gana, las ciudades de Madrid, Torremolinos, Valencia, Barcelona y Las Palmas de Gran Canaria ya han levantado rápidamente la mano para acoger Eurovisión 2023.
Es un comentario habitual en el ciudadano medio destacar lo mal que le va a España en el Festival de Eurovisión. Y los datos no engañan. En los últimos años, la delegación española ha quedado a la cola de la clasificación. Es más, ni siquiera ha logrado estar por encima de la posición número 20. El último de los batacazos lo protagonizó el año pasado el murciano Blas Cantó, quedando el antepenúltimo de la lista, pero anteriormente también fracasaron Miki Núñez (22º), Amaia y Alfred (23º), Manel Navarro (26º), Barei (22º) y Edurne (21º).
Para encontrar los mejores resultados de RTVE en Eurovisión hay que acudir a 2014, cuando Ruth Lorenzo y su potente 'Dancing in the rain', con lluvia en el escenario incluida, lograron el décimo puesto, el mismo que logró Pastora Soler dos años antes con 'Quédate conmigo'. Con el fenómeno de las primeras ediciones de 'Operación Triunfo', España mejoró sus resultados, con Rosa López quedando séptima en 2002 mientras que Beth y Ramón del Castillo se tuvieron que conformar con la octava y décima posición, respectivamente, en los dos años posteriores.
Sin embargo, nuestro país no logra entrar en el 'pódium' desde 1995, cuando una joven desconocida llamada Anabel Conde sorprendió al continente con 'Vuelve conmigo'. Quedó en la segunda posición, la misma que lograron previamente Betty Missiego (1979), Mocedades (1973) y Karina (1971).
En sus 65 ediciones, España sólo ha ganado el festival en dos ocasiones: con Massiel, en 1968, y al año siguiente con Salomé, aunque empató en puntos con los representantes de Reino Unido, Países Bajos y Francia.
Tras años de polémicas preselecciones, la nueva dirección de RTVE, encabezada por José Manuel Pérez Tornero, dio un giro a la apuesta de la corporación por Eurovisión y creó el 'Benidorm Fest', un programa para elegir al candidato español que se asimila a otros formatos europeos. «Nos vamos a tomar muy en serio Eurovisión», avisó el presidente nada más acceder al cargo hace justo un año.
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